Kim Jong Un reapareció con un mensaje claro esta semana que marca distancia con Washington y afirma que no abandonará su programa nuclear.
En un discurso, el líder norcoreano elogió los “buenos recuerdos” que guarda del expresidente Donald Trump, señalando que su relación personal fue un factor histórico. Sin embargo, rechazó cualquier acuerdo que implique desnuclearización.
Este pronunciamiento ocurre menos de tres semanas después de que Kim participara en un desfile militar en Beijing, acompañado del presidente chino Xi Jinping, en una demostración de unidad entre Pyongyang y Pekín.
La negativa de Kim a abandonar sus armas nucleares se interpreta como un mensaje directo a Estados Unidos y sus aliados, justo en un contexto internacional marcado por tensiones crecientes en la región.
Este gesto también pone en duda futuros acercamientos diplomáticos después de los acercamientos inéditos entre Trump y Kim en 2018 y 2019 que no lograron acuerdos duraderos.
Corea del Norte mantiene así una posición firme que complica la estabilidad en Asia Oriental y presiona a Washington para repensar su estrategia frente al régimen norcoreano.
