El hígado es fundamental para filtrar la sangre, producir bilis y regular el metabolismo. Mantenerlo sano es clave para evitar problemas como el hígado graso, una enfermedad que afecta a millones y puede empeorar si no se controla.
Expertos insisten en que no hay alimentos milagrosos que curen esta condición, pero sí hay varios que ayudan a mejorar la función hepática y potenciar la eliminación natural de toxinas si se combinan con una dieta saludable.
Verduras de hoja verde como espinaca, acelga y rúcula aportan antioxidantes y fibra que benefician el hígado. El brócoli y las coles (coliflor, repollo, coles de Bruselas) contienen compuestos que apoyan la desintoxicación hepática.
Las frutas cítricas como limón, naranja y toronja suman vitamina C y antioxidantes, mientras que el aguacate ofrece grasas saludables que protegen las células hepáticas. Las nueces y almendras también aportan nutrientes esenciales.
El té verde contiene catequinas, antioxidantes con efecto positivo en el metabolismo del hígado. El ajo y la cebolla activan enzimas que facilitan su limpieza.
El aceite de oliva, consumido con moderación, ayuda a reducir la acumulación de grasa hepática, y la cúrcuma, gracias a la curcumina, actúa como protector hepático.
Consejos para un hígado saludable
Además de incorporar estos alimentos, especialistas recomiendan: llevar una dieta equilibrada, hidratarse bien y evitar el consumo excesivo de alcohol, principal causante de daño hepático.
Controlar el peso es otro punto clave, ya que la obesidad está ligada directamente al desarrollo de hígado graso. El ejercicio regular ayuda a mantener el metabolismo activo y el órgano sano.
También hay que limitar el uso innecesario de medicamentos y suplementos, ya que algunos pueden ser tóxicos para el hígado si no se usan bajo prescripción médica.
El tabaco y las drogas también impactan negativamente la salud hepática, por lo que es vital evitarlos. Y en caso de indicación médica, vacunarse contra hepatitis es una medida preventiva importante.
Los expertos desaconsejan las “desintoxicaciones” rápidas o remedios caseros sin respaldo científico, ya que el buen cuidado del hígado pasa por hábitos sostenidos y comprobados.
En Argentina y el mundo, el hígado graso sigue creciendo como un problema de salud pública, ligado básicamente a malos hábitos alimentarios y sedentarismo. Incorporar alimentos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias es un paso concreto para proteger este órgano vital.
