El Bidasoa Irun no dio tregua y derrotó al Viveros Herol Nava por 30-35 en el municipal de Nava de la Asunción, apuntando desde temprano que el equipo segoviano está lejos de estar conjuntado tras muchas renovaciones y lesiones claves.
El partido se rompió a veinte minutos del final, cuando el Bidasoa firmó un demoledor parcial de 19-29 que sentenció el choque. Aprovechando cada error navero, el conjunto de Álex Mozas mostró por qué es uno de los grandes de la Liga Sacyr ASOBAL. Agresivos en defensa y muy efectivos en ataque, contaron con piezas nuevas que marcan diferencias como el portero Leo Maciel, el central Nacho Valles y el exnavero Mario Nevado en el lateral.
Desde el inicio, el ritmo fue frenético. El Viveros Herol Nava sostuvo la iniciativa solo hasta el minuto 8 con un 6-5 en el marcador, pero una racha de errores consecutivos le costó un parcial de 0-4 para que Bidasoa diera la vuelta al marcador. Aunque Nava intentó reaccionar, las constantes pérdidas y la férrea defensa rival les impidieron estabilizar el encuentro.
En el primer tiempo, la expulsión de Ignacio Pecina debilitó la defensa visitante, hecho que Bidasoa aprovechó para estirar la ventaja hasta el 14-19 antes del descanso. El segundo tiempo fue un calvario para Nava. El portero Maciel desbarató todas las opciones locales y un parcial de 0-3 puso el 19-29 con apenas 20 minutos por jugar, asegurando la confianza del equipo visitante.
La remontada local fue imposible. Solo las paradas de Matheus Buda y el orgullo de Senovilla mantuvieron a Nava cerca en los últimos minutos, pero la diferencia era insalvable. La hinchada local vio cómo Bidasoa no perdonó ninguna oportunidad para sentenciar y firmar una victoria clara que deja a Nava con muchas tareas pendientes para conjuntar plantilla y superar las bajas de Luisfe Jiménez y Adrián Nolasco.
Con esta victoria, Bidasoa demuestra su potencial y refuerza su candidatura en la liga mientras que Nava acumula dudas y trabajo por delante para mejorar su rendimiento y competitividad en casa.
