La Murada, en Orihuela, vive esta semana nuevas protestas vecinales por la contaminación causada por un millón de toneladas de basura enterradas en fincas agrícolas entre 2005 y 2011.
Los residentes alertan sobre el grave daño ambiental y riesgos para la salud, tras años de ocultamiento del vertido ilegal. Las fincas, dedicadas históricamente a la agricultura, ahora están contaminadas con residuos que se acumularon bajo tierra sin controles ni permisos.
Las protestas comenzaron tras conocerse un informe que confirma la magnitud de la carga de basura y la falta de medidas para sanear la zona. Los vecinos exigen acciones inmediatas a las autoridades municipales y autonómicas para paralizar estas prácticas y proteger el entorno.
Desde 2005 hasta 2011, se enterraron este millón de toneladas de residuos en La Murada, en su mayoría desechos urbanos e industriales, lo que podría afectar los acuíferos y la calidad del suelo.
Las reclamaciones abarcan exigencias de inspección detallada, sanciones para responsables y planes de remediación ambiental definitivos. El impacto económico y social preocupa a agricultores locales, que ven peligrar sus cultivos y la reputación de la comarca.
Por ahora, la administración local no ha emitido un pronunciamiento oficial, pero la presión de los vecinos va en aumento. La Murada queda en el foco este año por la gestión irregular de residuos, un caso que da la voz a la crisis ambiental en muchas zonas rurales de España.
