Un tren con 110 activistas italianos que regresaban de Kiev fue rozado por un masivo ataque ruso durante la madrugada cerca de Leópolis, mientras la ofensiva de Moscú alcanzaba varias regiones del oeste y centro de Ucrania causando al menos cinco víctimas mortales. La información fue confirmada por autoridades ucranianas y la misma embajada italiana, que aseguró que los pasajeros, parte de la décima misión del Movimiento europeo de acción no violenta (Mean), están ilesos y continuaron su viaje hacia Polonia.
Bombardeo intenso con misiles y drones sobre Leópolis y otras regiones
El ataque nocturno fue uno de los más agresivos desde el inicio de la guerra este año, según reportó el presidente Volodymyr Zelensky. En su mensaje de Telegram, el mandatario detalló que la ofensiva rusa incluyó el lanzamiento de más de 50 misiles y aproximadamente 500 drones de ataque dirigidos a múltiples provincias, entre ellas Leópolis, Ivano-Frankivsk, Zaporizhzhia, Cherníhiv, Sumy, Járkov, Jersón, Odesa y Kirovogrado. “Al menos diez personas resultaron heridas y cinco murieron”, indicó Zelensky, advirtiendo que se trata de un claro terrorismo contra la población civil ucraniana.
En Leópolis, epicentro del ataque, al menos cuatro personas fallecieron y cuatro resultaron heridas según el Servicio de Emergencia Regional. El alcalde de la ciudad, Andriy Sadovyi, informó de interrupciones eléctricas en varios sectores, suspensión parcial del transporte público y múltiples incendios en edificios dañados por los proyectiles.
Las primeras explosiones en Leópolis comenzaron alrededor de las 4:30 de la madrugada con drones Shahed, seguidos minutos más tarde por misiles crucero Kalibr lanzados desde el Mar Negro. Otros ataques continuaron durante la mañana con explosiones provocadas por misiles aerobalísticos Kinzhal lanzados desde cazas MiG-31, mostrando una variedad de armamentos rusos al servicio de esta ofensiva masiva.
Tren con activistas italianos: cerca del fuego, pero sin daños
La madrugada también fue crítica para un tren con 110 activistas italianos del Mean, que regresaban de la misión humanitaria y de apoyo civil en Kiev y Járkov. El convoy fue atravesado por la zona de bombardeos mientras cruzaba cerca de Zhitomir y luego hacia Leópolis. Los activistas se encontraron en medio de explosiones y ataques con artillería que causaron un intenso ruido y luz alrededor del tren, aunque no fue impactado directamente.
La embajada italiana en Kiev informó rápidamente que el grupo está bien y que se mantuvieron en contacto con ellos durante el incidente. Esta misión reúne a más de 35 organizaciones civiles italianas, incluyendo Azione Cattolica, Anci, MoVI, Masci, Agesci y otras redes solidarias que trabajan con la sociedad civil ucraniana desde el inicio de la guerra.
El vocero del Mean, Marco Bentivogli, destacó que la defensa ucraniana lleva 13.200 días resistiendo y que su solidaridad continuará “hasta que sea necesario”. De hecho, durante su estadía visitaron el cementerio de caídos de Járkov, junto a representantes de diversas confesiones religiosas, mostrando el fuerte compromiso humanitario italiano pese al riesgo.
Ofensiva alcanza también a Zaporizhzhia y otras ciudades
El ataque ruso no se limitó al oeste. En Zaporizhzhia, un ataque combinado con drones y bombas guiadas dejó una mujer muerta y al menos nueve heridos, afirmó el jefe de la administración militar regional, Ivan Fedorov. Varias zonas quedaron sin agua ni electricidad, y se registraron daños en viviendas y vehículos. También Járkov, Kiev y otras regiones reportaron alarmas aéreas y ataques con drones durante toda la noche.
Ante estos acontecimientos, Polonia reforzó su espacio aéreo despliegando cazas y activando al máximo sus sistemas de defensa aérea, en coordinación con aliados de la OTAN acantonados en territorio polaco. La medida busca proteger el país vecino ante el riesgo de ataques rusos que desde hace meses apuntan a la frontera occidental ucraniana.
Respuestas y advertencias internacionales tras los bombardeos
Frente a la escalada táctica con drones y misiles que marcan una nueva fase del conflicto, el presidente ruso Vladimir Putin advirtió que la entrega de misiles Tomahawk por parte de Estados Unidos podría destruir cualquier posibilidad de diálogo bilateral, elevando la tensión diplomática entre Moscú y Washington.
En Alemania, el ministro de Defensa Boris Pistorius pidió calma sobre las recientes incursiones de drones en su espacio aéreo tras varios incidentes en aeropuertos importantes. Pistorius destacó que hasta ahora no representan una amenaza directa concreta y que se trabaja en reforzar la cooperación con la policía para enfrentar estas provocaciones.
Por su parte, el presidente Zelensky instó a Estados Unidos y Europa a ejercer más presión política y económica sobre Rusia, especialmente sobre sus ingresos energéticos, para detener la campaña terrorista contra civiles. Llamó a convertir las palabras de condena en acciones tangibles, enfatizando que solo una respuesta sólida podrá frenar la agresión de Moscú.
El ataque a la estación de tren de Sumy refleja daño civil creciente
Otra muestra brutal del impacto de la guerra en la infraestructura civil ocurrió en Sumy, región noreste, donde un doble ataque con drones en la estación de trenes de Shostka dejó un muerto y cerca de 30 heridos, entre ellos tres niños. La destrucción de un vagón y la interrupción del transporte evidencian la persistencia de ataques indiscriminados sobre objetivos civiles considerados estratégicos para la movilidad ucraniana.
Estas acciones han generado reiteradas demandas internacionales para reconocer las operaciones rusas como actos de terrorismo y para reforzar la defensa antiaérea ucraniana con armamento avanzado, incluyendo defensa aérea efectiva contra drones.
La guerra cerca de Europa occidental y la preocupación de Italia
El paso del tren italiano por zonas de ataque y la intensificación de los bombardeos hacia Leópolis y la frontera polaca aceleran la percepción de que el conflicto se acerca peligrosamente al corazón de Europa. Desde Italia, la rápida intervención de la embajada para asegurar la integridad de sus ciudadanos refleja la creciente preocupación por la seguridad de los voluntarios y civiles extranjeros en Ucrania.
Mientras tanto, la diplomacia europea y americana enfrenta la presión de avanzar en entregas de armamento más sofisticado que pueda cambiar el equilibrio del conflicto, sin escalar la confrontación directa con Rusia. En medio de estos movimientos, el conflicto continúa cobrando vidas y destruyendo comunidades, mientras las negociaciones de paz lucen cada vez más lejanas.
