La Cámara de Agricultura de Lot-et-Garonne está en el centro de una importante polémica tras un severo informe publicado esta semana por la Cour des comptes. El documento de 117 páginas critica duramente la gestión del organismo desde su regionalización en 2017.
Según la Cour des comptes, la Cámara dirigida por Karine Duc acumula múltiples irregularidades, entre ellas la negativa a responder a auditorías y a entregar datos anuales obligatorios. La entidad tampoco cumplió con la encuesta correspondiente a 2023, un incumplimiento que sigue sin consecuencias por ahora.
Las autoridades locales, incluido el prefecto del departamento, han sido señaladas por no responder a las solicitudes de la Cour ni intervenir para corregir las faltas detectadas. La institución financiera señala una “falta de control efectivo” por parte del Ministerio de Agricultura y reclama un refuerzo urgente de la supervisión estatal y local.
El informe destaca además que la Cámara no ha implementado en 2023 una contabilidad analítica fiable ni una política robusta de seguridad informática, dejando en riesgo datos sensibles. Se le reprocha especialmente la gestión irregular de subvenciones sindicales y participaciones financieras, así como favoritismos y decisiones al margen de la ley.
Una de las acusaciones más graves es la construcción ilegal de la retención de agua en el lac de Caussade, emprendida bajo la responsabilidad de la Cámara sin que hasta ahora haya habido sanciones, según fuentes oficiales citadas por AFP.
Respuesta y rechazo desde la Cámara
Karine Duc respondió rápidamente mediante un comunicado oficial en el que defiende la gestión local. “Asumimos plenamente que el dinero de los lot-et-garonneses permanezca en su territorio para impulsar la agricultura”, afirmó. Insiste en que la Cámara actúa como un organismo consular cercano a los agricultores y con un control estricto del gasto.
“Denunciamos la política de centralización que reduce nuestros presupuestos y la transferencia constante de recursos a otras cámaras con déficits”.
Duc cuestionó la gestión de otras cámaras regionales y criticó las “directivas parisinas desconectadas del terreno”, alegando que estas afectan negativamente a la financiación local y a los agricultores. La presidenta asegura que la regionalización se utiliza para debilitar a los órganos departamentales y, por ende, a sus agricultores.
Un conflicto que podría escalar
Este nuevo informe pone en evidencia tensiones profundas en la gobernanza de las cámaras de agricultura francesas. La falta de respuesta y transparencia de la Cámara de Lot-et-Garonne y la pasividad local abren la puerta a posibles investigaciones más profundas o incluso intervenciones administrativas.
El Ministerio de Agricultura tendrá ahora que decidir si endurece el control y sanciona incumplimientos, mientras que el debate sobre la efectividad y el modelo de las cámaras regionalizadas vuelve a la mesa. Por ahora, en Lot-et-Garonne, las críticas vuelven a alimentar dudas sobre la gestión pública de fondos y el apoyo real a los agricultores.
