La Asamblea General de la ONU abre hoy en Nueva York su 80ª edición con la presencia de representantes de los 193 estados miembros. La agenda pesará sobre la guerra en Ucrania, la crisis humanitaria en Gaza y la aguda falta de fondos del organismo en su peor momento financiero en décadas.
António Guterres, secretario general de la ONU, abrió la Asamblea con un pedido claro:
“Tómenlo en serio. Superen divisiones y cumplan. Que esta sea una semana de soluciones”.
Le siguió la presidenta de la Asamblea, Annalena Baerbock, que representa la quinta mujer en ocupar el cargo desde los 80 años de la organización.
Como dicta la tradición establecida en 1955, el primer mandatario en hablar será el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Se espera que priorice la situación en Palestina, la crisis climática y la defensa de la democracia.
El segundo orador será el expresidente Donald Trump, quien a pesar de su historial crítico con la ONU, aprovechará la tribuna para respaldar la ofensiva israelí en Gaza y exigir a Hamas la liberación de 48 rehenes judíos. Trump también tendrá una reunión bilateral con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien hablará el miércoles, tras el discurso del rey Felipe VI en representación de España.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, intervendrá presencialmente el viernes, mientras que el líder palestino Mahmoud Abbas participará de forma virtual. Esto se debe a que Estados Unidos negó visas a 80 funcionarios palestinos, incluido Abbas, en un intento controvertido por limitar la voz palestina. La resolución para que Abbas hable por videoconferencia contó con el apoyo de 145 países, pese a la oposición de EEUU e Israel.
La crisis financiera de Naciones Unidas marcará gran parte de los discursos. La organización atraviesa cortes significativos de fondos, en especial por la reducción sistemática de aportes de Estados Unidos durante la administración Trump que afectaron a más de 48 programas. Este dato vuelve a poner sobre la mesa debates sobre la relevancia y futuro del organismo internacional en un mundo lleno de conflictos y desafíos globales.
Los líderes tendrán hasta 15 minutos para sus intervenciones, aunque tradicionalmente se superan esos tiempos, como ocurrió en 1960 con el discurso de Fidel Castro que duró cuatro horas y media. La ONU destaca que esta semana será clave para que la comunidad mundial reflexione y plantee soluciones sobre temas que van desde la guerra, el cambio climático, la desigualdad de género y los dilemas éticos de la inteligencia artificial.
La apertura de la Asamblea se da en un contexto donde el planeta espera más diálogo y menos confrontación. Argentina no tiene agenda propia en esta cita, pero seguirá de cerca el desarrollo de las discusiones, especialmente las vinculadas a derechos humanos, paz y el financiamiento multilateral.
