El presidente francés Emmanuel Macron nombró un gabinete casi idéntico al anterior, ignorando las señales de crisis política que atraviesa su gobierno. La decisión encendió alarmas en la oposición, que amenaza con una moción de censura contra el primer ministro Sébastien Lecornu esta semana en la Asamblea Nacional.
La mayoría de los ministros clave que acompañaron a Macron durante la gestión de François Bayrou fueron reelegidos, consolidando la línea centrista y sin cambios de rumbo. La única novedad relevante fue el reemplazo del ministro de Finanzas Éric Lombard por Roland Lescure, un aliado cercano que antes dirigía Industria. Sin embargo, Le Maire vuelve a un cargo clave: Defensa.
El gabinete mantiene figuras polémicas para la oposición, como Bruno Retailleau en Interior y Gérald Darmanin en Justicia. La ex primera ministra Élisabeth Borne conserva Educación tras liderar la reforma de pensiones. La ministra de Presupuesto Amélie de Montchalin también sigue, respaldando los lineamientos del gobierno en gasto y déficit.
Marine Le Pen, líder de la ultraderecha y de la Agrupación Nacional, calificó en redes sociales la continuidad de Macron como “patética” y declaró que su partido “queda sin palabras”. Por su parte, el Partido Socialista, con posible voto decisivo, adelantó que no apoyará al primer ministro sin un cambio claro.
“Sin un cambio de política, los socialistas censurarán”, advirtió Pierre Jouvet, portavoz del partido, en BFM TV.
Lecornu enfrenta una prueba clave esta semana al presentar su discurso con prioridades ante la Asamblea que gobierna sin mayoría. En un parlamento fragmentado, le espera el difícil reto de aprobar un presupuesto con recortes impopulares y alzas en impuestos para controlar el mayor déficit de la eurozona.
Este problema, que ya hundió a sus dos predecesores, Michel Barnier y François Bayrou, se replica ahora con Lecornu. Bayrou fue destituido tras perder una moción de confianza en su plan de recortes, mientras Barnier cayó por propuestas similares en diciembre.
El endurecimiento de la oposición complica la viabilidad del ejecutivo. El PS insiste en desacelerar la reducción del déficit, el impuesto a la riqueza propuesto por el economista Gabriel Zucman y derogar la reforma para subir la edad de retiro.
Como gesto, Lecornu prometió no usar el Artículo 49.3 para evitar votaciones, una herramienta que permite al gobierno aprobar leyes sin voto parlamentario, pero esto podría obligar a mayores concesiones para asegurar mayorías.
El contexto económico empeora: la crisis política y la incertidumbre frenan el gasto e inversión, mientras los costos de endeudamiento aumentan. La prima de riesgo de Francia frente a Alemania escaló a 81 puntos básicos, y el euro cayó a 1.1718 dólares tras el anuncio.
El enfrentamiento entre Macron y un Parlamento fracturado puede marcar un episodio decisivo para la estabilidad política y fiscal de Francia en los próximos días, con impactos que podrían extenderse a los mercados europeos.
