China está dispuesta a invertir US$1 billón en Estados Unidos a cambio de que Washington alivie las restricciones comerciales sobre productos clave, como los microchips.
Según fuentes consultadas por Bloomberg, Pekín busca que se eliminen los aranceles y las prohibiciones impuestas por razones de seguridad nacional, especialmente a insumos que se usan para fabricar productos en fábricas chinas dentro del territorio estadounidense.
Estas negociaciones avanzaron en la reunión de ambas potencias el mes pasado en Madrid, donde también se logró un acuerdo para la venta de las operaciones estadounidenses de TikTok a un consorcio de empresas norteamericanas.
China intenta aprovechar su músculo inversor para influir en la postura de Washington sobre Taiwán, cuya reunificación bajo el control chino no ha sido descartada, incluyendo el uso de la fuerza.
La promesa de inversión china eclipsa ampliamente los compromisos de la Unión Europea, que alcanzan los 600.000 millones de euros, y los US$550.000 millones que Japón propone. Corea del Sur también evalúa un paquete de US$350.000 millones.
Este ofrecimiento se da en medio de tensiones comerciales y geopolíticas crecientes, con China buscando abrir el acceso para sus productos y reducir las barreras arancelarias en el mercado estadounidense.
Las negociaciones aún están en etapa tentativa, pero representan una movida estratégica de Pekín para equilibrar su influencia económica y política frente a Washington.
