El municipio de Cipolletti, bajo la gestión del intendente Rodrigo Buteler, lleva más de un año ejecutando un plan de demolición de casas y terrenos usados como “aguantaderos” de venta de drogas, escondites de robos y refugios nocturnos en distintos barrios de la ciudad.
En menos de 12 meses se intervinieron más de 20 propiedades, grandes y pequeñas, en Brentana, Don Bosco, Almirante Brown, Villa Alicia, Luis Piedrabuena, barrio de los Plátanos, Arevalo, 1200 Viviendas, Villegas y otros sectores. El primer operativo destacable fue en Villa Alicia, donde una casa usurpada presentaba riesgo de derrumbe y funcionaba como hotel ilegal en condiciones precarias. Allí se desalojo a ocupantes, se detectó comercio ilegal y hubo allanamiento junto a la Fiscalía y Policía.
El plan, presentado como un eje de seguridad municipal, tiene un costo promedio estimado en más de 3 millones de pesos por operativo, un gasto que varía según el tamaño y estado de la propiedad. En el caso de propiedades abandonadas sin dueños claros o con sucesiones abiertas, la Municipalidad absorbe el gasto para “priorizar la tranquilidad del barrio”, explicó Buteler.
Donde sí se identifica al propietario, la comuna busca trasladarles el costo a ellos, aplicando además multas por descuido en limpieza y mantenimiento de terrenos baldíos. Estas multas pueden llegar a 2.312.500 pesos en casos graves por falta de desmalezamiento, según datos oficiales de la Secretaría de Servicios Públicos.
El mecanismo de intervención comienza con denuncias vecinales que llegan a través de WhatsApp, Instagram y líneas 109 o 147. Luego, equipos municipales coordinan con la Policía de Río Negro y diversas áreas como Protección Civil, Obras Públicas y Fiscalización para relevar los lugares, identificar a los responsables y decidir la estrategia adecuada.
Buteler enfatizó que las “aguantaderos” suelen ser casas usurpadas o terrenos sin dueños visibles, usados para actividades nocturnas ilegales y puntos de venta de drogas, generando inseguridad que impacta en la vida diaria de las vecinas y vecinos.
“La seguridad es para nosotros una prioridad; queremos garantizar que las cipoleñas y los cipoleños puedan caminar tranquilos y vamos a trabajar en consecuencia”
La serie de operativos refleja una política pública focalizada en la seguridad urbana y el ordenamiento territorial, que mantiene un fuerte costo económico para las arcas municipales pero que busca frenar la escalada del delito y el descontrol en barrios estratégicos de Cipolletti.
