El dólar mayorista volvió a rozar los $1430 y el gobierno salió esta semana a intervenir fuerte para contener la subida a menos de un mes de las elecciones legislativas. El Tesoro sacó al mercado US$400 millones para sostener la cotización dentro del techo de la banda cambiaria, tras haber vendido en las últimas cuatro ruedas un total de US$1350 millones.
La maniobra logró frenar momentáneamente el avance del dólar, pero volvió a dejar en evidencia la fragilidad del esquema de control cambiario vigente. Fuentes del mercado advirtieron que si esta sangría de reservas continúa, el Gobierno enfrentará serias dificultades para honrar sus compromisos en divisas.
“El mercado ve que el Gobierno está jugando a aguantar hasta las elecciones. Vende dólares del Tesoro, opera en futuros y sostiene los dólar-linked. Pero si el drenaje sigue, la situación se vuelve insostenible”,
explicaron en la city financiera.
En paralelo, el ministro de Economía Luis Caputo y el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, se reunieron este lunes para analizar alternativas que permitan apuntalar las reservas argentinas.
Bessent publicó en redes una foto con Caputo y calificó el encuentro como “productivo”, aunque no se hicieron anuncios concretos sobre ningún paquete de apoyo. Junto al presidente del Banco Central, Santiago Bausili, y otros funcionarios, discutieron opciones para fortalecer el esquema económico actual.
La expectativa pasa porque Washington provea algún salvavidas financiero que frene la salida de dólares, pero los inversores exigen detalles claros. “El respaldo político es fuerte, pero el mercado necesita saber cómo y con qué condiciones llegará la plata, sino la presión cambiaria no afloja”, alertaron en agencias de bolsa.
Perspectivas y tensión en el mercado
Las señales no tranquilizan a los operadores. En el mercado de futuros, el dólar para diciembre ya cotiza cerca de $1590, y para febrero de 2026 se espera un precio de alrededor de $1663. Los contratos descuentan una devaluación fuerte tras los comicios.
El mensaje de fondo es que el esquema de bandas cambiarias probablemente se relaje o termine luego de octubre. Se baraja la opción de eliminar los límites actuales y dejar un dólar con más flexibilidad, aunque sin libre flotación total. En ese escenario, el Tesoro estadounidense o el FMI podrían presionar para que el Banco Central recompre reservas, incluso si eso implica un salto abrupto del tipo de cambio.
Los títulos públicos reaccionaron positivamente al encuentro Caputo-Bessent, con alzas para los Globales más largos: el Global 2041 subió 2,2%, seguido por el 2038 (+2,1%) y el 2035 (+2%). En Wall Street, las acciones argentinas tuvieron resultados mixtos, con Bioceres y Supervielle destacándose con +3% y +2% respectivamente, mientras otros como Mercado Libre bajaron.
En Buenos Aires, el S&P Merval cerró casi sin cambios en pesos pero avanzó 0,5% en dólares. Metrogas creció 3,1%, mientras que Ternium y Aluar perdieron terreno. El riesgo país se ubicó en 1080 puntos básicos, tras una baja del 7,3%, aunque este índice está distorsionado por la exclusión de Argentina del EMBI+ del JP Morgan, y no refleja con precisión el apetito global por deuda local.
En la plaza local, los bonos en pesos ajustables cedieron hasta 1% tras la escalada reciente. El Tesoro no informó todavía qué bonos ofrecerá en la próxima licitación, pero hay expectativa sobre la continuidad de la estrategia de financiamiento en este contexto complejo.
