El presidente colombiano Gustavo Petro propuso usar 42 kilos de oro incautados en el departamento del Huila para hacer una réplica del Tesoro Quimbaya, cuya devolución reclama a España. El hallazgo fue realizado en el tanque de gasolina de un vehículo en zona rural del municipio de Pitalito, según informó el Comando General de las Fuerzas Militares.
El oro incautado, que normalmente debería pasar al Banco de la República, aparentemente pertenecía al grupo armado ilegal Comandos de Frontera, disidencia de las FARC, que actualmente está en proceso de paz con el Gobierno. Petro dejó claro en su cuenta de X (antes Twitter):
“Unos 42 kilos de oro incautado. Esto debería pasar al Banco de la República, pero queremos que se haga la réplica del tesoro Quimbaya, para traer su réplica a Colombia.”
El Tesoro Quimbaya está compuesto por 122 piezas precolombinas originarias del departamento del Quindío. La mayoría se encuentra en el Museo de América en Madrid y una parte importante también está en un museo de Chicago, EE.UU. La colección fue entregada por Colombia a España en 1893 como un obsequio a la Reina María Cristina de Habsburgo, en agradecimiento por el apoyo en una disputa territorial con Venezuela.
En mayo de este año, el Gobierno colombiano formalizó un pedido oficial a España para la devolución del tesoro, sin recibir avances concretos. Esta propuesta de Petro se enmarca en esa reivindicación cultural y patrimonial.
El presidente ha tenido otras ideas polémicas en cuanto a bienes culturales y símbolos internacionales, como cuando sugirió trasladar la Estatua de la Libertad desde Nueva York hasta Cartagena de Indias, alegando críticas al gobierno de Donald Trump y los problemas sociales en EE.UU.
La relevancia de esta propuesta vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la identidad cultural y el patrimonio colombiano disperso fuera del país, mientras se intensifican las operaciones contra grupos ilegales que siguen operando en varias regiones.
El oro incautado no solo tiene valor económico sino también simbólico por el peso histórico del Tesoro Quimbaya, un emblema ancestral que el Estado quiere reforzar dentro del país a través de esta réplica.
