La crueldad y obsesiones del asesino serial estadounidense Edward Gein siguen impactando al cine y el streaming.
La serie de Netflix “Monstruo: La historia de Ed Gein” revivió la macabra historia del llamado “Carnicero de Plainfield”, un hombre que convertía restos humanos en muebles y objetos cotidianos. Abrió una caja de zapatos con nueve vulvas y usaba cráneos como postes de cama en su granja. Sus crímenes, descubiertos en 1957, conmocionaron a Estados Unidos y han inspirado a varias películas de terror icónicas.
El primero en llevar algo del horror de Gein al cine fue Alfred Hitchcock con “Psicosis” (1960). Su personaje Norman Bates, obsesionado y codependiente con su madre, refleja la tortuosa relación de Gein con Augusta, su madre dominante.
También “La masacre de Texas” (1974) tomó la obsesión de Gein por la piel humana para crear el infame Leatherface, quien usa un traje mortal hecho de piel humana. Aunque la familia asesina no es una copia directa, la granja y los cuerpos desmembrados reflejan el legado real del asesino.
En “El silencio de los inocentes” (1991), el personaje Buffalo Bill usa partes del cuerpo para confeccionar su “traje”, un guiño directo a las atrocidades de Gein. La película ganó cinco premios Oscar y se sigue manteniendo como un referente del horror psicológico.
Estos personajes y sus historias oscuras nacieron de la realidad estremecedora de Ed Gein, cuyo caso sigue siendo uno de los más perturbadores en la historia criminal.
