En Francia, los hombres viven en promedio hasta los 80 años, mientras que las mujeres alcanzan los 85,7 años, un margen que persiste a pesar de mejoras recientes. Científicos apuntan a una explicación genética: el gen FOXO3, llamado “gen de la longevidad”.
Un análisis genético de más de 160 genes realizado a un paciente de 65 años apodado Bob revela que su capacidad para resistir el estrés y reparar el ADN está ligada a las variantes de FOXO3. Estudios publicados en la revista Nature confirman que este gen regula la respuesta al estrés celular y que funciona de forma distinta entre hombres y mujeres.
Las mujeres tendrían una ventaja biológica gracias a la influencia del estrógeno, que potencia la actividad de FOXO3 y ofrece protección durante sus años reproductivos. Los hombres, con menores niveles de estrógeno, dependen más del estilo de vida para compensar esa diferencia genética.
La expectativa media de vida en Francia para los hombres se mantiene casi 7 años por delante de la de sus pares en Estados Unidos, donde ese promedio cayó a 73,2 años en 2021. Este declive no se explica sólo por conductas como tabaquismo o alcohol, sino también por esas bases biológicas.
Para mitigar la brecha, expertos sugieren estrategias que estimulan la actividad de FOXO3: dieta rica en compuestos vegetales como el sulforafano (presente en vegetales crucíferos), el té verde, y antioxidantes como la astaxantina o el resveratrol. Además, prácticas como el sauna, baños fríos o el ayuno intermitente parecen activar este gen protector.
El ejercicio intenso y el entrenamiento en condiciones de baja oxigenación también impulsan la función del gen FOXO3, favoreciendo la reparación celular y la resistencia al envejecimiento.
Comportamientos negativos como la sobrealimentación, el estrés crónico, la inactividad o la exposición a contaminantes reducen la efectividad de FOXO3, sobre todo en hombres. Esto los vuelve más vulnerables a enfermedades cardiovasculares, cáncer y trastornos metabólicos.
La biología establece un punto de partida, pero el estilo de vida puede modificar la trayectoria. Bob es ejemplo de cómo conocer el perfil genético puede guiar decisiones para mejorar la salud a largo plazo.
En resumen, aunque el gen FOXO3 aporta un claro beneficio a las mujeres, los hombres pueden reducir la brecha con hábitos saludables y estímulos específicos que activan este mecanismo de reparación celular.
