André Deljarry, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Hérault y primer vicepresidente de la CCI Occitanie, advierte sobre riesgos económicos ligados a la crisis política nacional tras la renuncia de Sébastien Lecornu.
Deljarry señala que la economía regional ya estaba frágil antes de este episodio político. La inestabilidad dificulta la confianza necesaria para invertir o contratar, lo que complica aún más la situación en Occitania.
“La economía regional está ya debilitada, y sin confianza para invertir o contratar, la situación se vuelve muy complicada”, explicó Deljarry.
En Occitania, aunque algunas empresas enfrentaban ya problemas como la falta de pedidos y dificultades para invertir, hasta ahora no se reportan impactos claros derivados directamente de la crisis nacional. Sin embargo, el presidente de la CCI Hérault insta a que la inestabilidad no se prolongue.
Deljarry cuestiona la incapacidad del gobierno nacional para cerrar acuerdos presupuestarios y restaurar las finanzas, algo que, según él, se logra sin problema a nivel territorial con diferentes fuerzas políticas. “Es absurdo que a nivel nacional no se pueda replicar lo que funciona en las regiones”, agregó.
El llamado es claro: se necesita urgente un nuevo primer ministro y un gobierno estable con señales firmes para dar visibilidad a inversores y empresarios. Solo así se podrá recuperar la confianza necesaria para proyectar inversiones y mantener empleos en Hérault y toda Occitania.
La crisis política que vive Francia, con la renuncia de Lecornu y la ausencia de un gobierno consolidado, pone en riesgo no solo la estabilidad política sino también la economía regional de sectores clave. El llamado de Deljarry es a no permitir que esta incertidumbre se extienda.
Por ahora, las empresas locales observan con preocupación pero sin una crisis inmediata. La clave estará en ver cómo evolucionan las decisiones a nivel nacional en los próximos días, para evitar un impacto mayor en los mercados y en la creación de empleo.
