El Colegio de Ópticos-Optometristas de la Comunidad Valenciana reclama la incorporación urgente de estos profesionales en la sanidad pública para atender la creciente demanda de problemas visuales y pérdida de agudeza visual.
Según el Barómetro de la Salud Visual, un 96 % de los alicantinos considera que la salud visual debería estar incluida en los servicios de atención primaria, al mismo nivel que la salud bucodental y la salud mental. Actualmente, estos servicios carecen de ópticos dentro del sistema público de salud.
La institución señala que la integración del óptico-optometrista en centros de salud permitiría mejorar la detección temprana de problemas refractivos y reducir las listas de espera para estos servicios. La petición responde a un aumento constante de consultas por deterioro de la visión, una cuestión que afecta directamente al bienestar y la calidad de vida.
El Colegio insiste en que la salud visual es clave para el bienestar general y que su exclusión del sistema público limita el acceso a la atención adecuada, obligando a muchos pacientes a buscar soluciones privadas, con coste añadido para las familias.
Por ahora, la propuesta espera respuesta de las autoridades sanitarias, en un contexto donde las reivindicaciones para reforzar la atención primaria no cesan.
