La madre de Morena Verdi, una de las tres chicas asesinadas en el triple crimen de Florencio Varela, habló este martes ante el fiscal Adrián Arribas y reveló un vínculo con el narcotráfico que podría explicar la brutalidad del caso.
Sabrina Mara del Castillo declaró que Lara Gutiérrez, otra de las víctimas de 15 años, había visto a un hombre “que movía droga”. Según la madre de Morena, Lara fue presionada para mantener un encuentro con ese individuo, donde supuestamente la durmieron para robar droga.
Del Castillo describió el triple crimen como un “narco femicidio”, destacando la violencia específica contra Lara, quien tenía los dedos cortados, una modalidad ligada a castigos dentro del narcotráfico. Además, afirmó que Lara contó la situación a un ex novio que la habría enviado de nuevo para dormir al supuesto traficante y así robar el cargamento.
Este crimen ocurrió tras una supuesta fiesta el viernes 19, donde las tres chicas —Lara, Morena y Brenda— iban a cobrar 300 dólares cada una. Se las llevó una camioneta Chevrolet Tracker blanca desde La Matanza hasta la vivienda de Florencio Varela donde fueron asesinadas.
Los cuerpos aparecieron el miércoles 24 enterrados en un pozo en el patio de la casa, tras ser torturadas y golpeadas. El primer detenido fue Maximiliano Andrés Parra, seguido de Iara Daniela Ibarra, quienes eran responsables de limpiar la escena del crimen según la policía.
Luego cayó Celeste Magalí González Guerrero y su pareja Miguel Ángel Villanueva Silva, quienes alquilaron el lugar para la falsa “fiesta”. También se capturó a Víctor Lázaro Sotacuro, remisero y uno de los nueve detenidos, arrestado en Bolivia intentando escapar.
La esposa de Sotacuro identificó a “El Loco David”, acusado por la familia de manejar la droga en el barrio Las Antenas y conectar con la villa Palito en San Justo. David estuvo presente en la fiesta el día que desaparecieron las jóvenes y es clave en la investigación.
Del Castillo pidió custodia policial para su familia y la de Brenda por amenazas recibidas. Reconoció que las tres víctimas ejercían prostitución en Flores y que la hermana mayor de Lara, Agostina, las “entregaba para trabajar”.
El caso destapa una red de narcotráfico y prostitución que terminó en un femicidio brutal. La Justicia sigue buscando esclarecer cada detalle para capturar a todos los responsables.
