Después de dos décadas de distanciamiento, el director Alejandro González Iñárritu y el guionista Guillermo Arriaga cerraron una histórica pelea con un abrazo público en el Palacio de Bellas Artes.
El encuentro tuvo lugar el lunes durante la celebración del 25 aniversario de Amores Perros, la película que catapultó a ambos al reconocimiento internacional en el año 2000. La reconciliación sorprendió a un público ansioso que presenció cómo los dos creadores retomaron la amistad rota desde 2007.
Aquel año, tras el estreno de Babel, última película de la trilogía original, Iñárritu lanzó una carta pública acusando a Arriaga de egoísmo y de querer el éxito solo para él, dándole por terminado el vínculo profesional. Arriaga respondió defendiendo su lucha por dignificar al guionista y denunciando el aislamiento impuesto por Iñárritu.
El acto de reconciliación fue organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México. Antes de la proyección especial de Amores Perros, Iñárritu subió al escenario y llamó a Arriaga, quien recibió ovaciones al unirse al director para firmar la paz frente a la audiencia.
“En un mundo cada vez más polarizado… creemos que dar este paso puede brindar un ejemplo de concordia y voluntad”, indicaron ambos en un comunicado leído en Bellas Artes.
La ruptura de estos dos referentes del cine mexicano duró casi 20 años. Juntos, redefinieron el cine nacional con obras como Amores Perros, 21 gramos y Babel, filmes que les valieron múltiples nominaciones al Oscar y respeto mundial.
Este reencuentro no solo cierra una disputa personal sino que marca una nueva página para la historia del cine mexicano, mostrando que el arte puede superar rancores y diferencias.
La proyección reunió además a figuras del cine y la cultura, simbolizando un momento de unidad para la industria creativa nacional.
