El hijo de Mouammar Kadhafi, Hannibal Kadhafi, detenido en Líbano desde diciembre de 2015, enfrenta un estado de salud “alarmante”, según denunció este miércoles su abogado, Laurent Bayon.
Hannibal, de 49 años, fue hospitalizado de emergencia tras sufrir “dolores abdominales extremadamente violentos” y presentar un cuadro depresivo severo, indicó Bayon a AFP. La causa principal, dijeron jueces y médicos, es el aislamiento prolongado tras casi una década en prisión sin juicio.
Tras recibir atención médica urgente, Hannibal volvió a la cárcel el martes, pero ahora tendrá un seguimiento médico “extremadamente frecuente”.
Su detención comenzó tras ser secuestrado y entregado a las autoridades libanesas, quienes lo buscan por supuestos vínculos con la desaparición en 1978 del líder chiita libanés Moussa Sadr. Sin embargo, Bayon sostiene que las acusaciones carecen de fundamento y califica a Hannibal como un “detenido político” simplemente por su apellido.
“La única razón para detenerlo es que lleva el nombre de su padre,” aseguró el abogado.
En agosto, Human Rights Watch pidió su liberación inmediata, argumentando falta de pruebas y detención arbitraria. Por su parte, Nabih Berri, presidente parlamentario y sucesor de Moussa Sadr, criticó la falta de cooperación de las nuevas autoridades libias en la investigación.
El Ministerio de Justicia libio responsabilizó esta semana a las autoridades libanesas por el deterioro de la salud de Hannibal y aseguró que había enviado un memorándum oficial para resolver el caso.
Bayon se reunió el martes con el fiscal general libanés, quien manifestó no estar en contra de la liberación. Ahora la decisión depende del juez de instrucción encargado del expediente.
Hannibal Kadhafi permanece solo, sin juicio y en condiciones críticas en una cárcel libanesa, en un caso que mezcla política, derechos humanos y viejas heridas regionales.
