El cardiólogo José Abellán desmonta mitos sobre el café y su impacto real en el corazón en un vídeo reciente en Instagram.
Según Abellán, el café eleva la tensión arterial y la frecuencia cardiaca pero solo de forma transitoria, desapareciendo el efecto a las cuatro o seis horas. No hay evidencia clara de que provoque problemas cardiacos graves en personas sanas.
De hecho, los estudios muestran que quienes consumen café habitualmente tienen menos incidencia de enfermedades cardíacas. La cantidad segura de cafeína está en torno a 450 miligramos al día, equivalente a unos cuatro o cinco cafés normales. Palpitaciones pueden darse, pero no arritmias severas en personas sin problemas previos.
El café descafeinado también aporta beneficios por los nutrientes y antioxidantes que incluye, aunque queda algo por detrás del café con cafeína. Mezclar café con leche reduce ligeramente la absorción de antioxidantes, pero depende de la cantidad de leche.
Un punto clave para el colesterol: el café tipo espresso y el preparado con prensa francesa contienen diterpenos, sustancias que elevan el colesterol LDL y total. Filtrar el café elimina casi todo ese riesgo, recomienda el especialista. Lo ideal es tomarlo filtrado, solo, con poca leche y sin azúcar.
Sobre el consumo en el embarazo, estudios indican que es seguro hasta 150-200 mg de cafeína diaria, o uno o dos cafés como máximo.
Resumen rápido: café con moderación y bien preparado es seguro y puede ser cardioprotector; cuidado con métodos que elevan colesterol y no abusar en el embarazo.
