El Zócalo de la Ciudad de México vivió una noche de fiesta y contrastes este 15 de septiembre. La presidenta de la República encabezó el tradicional Grito ante un espacio lleno, demostrando que la ceremonia sigue siendo un símbolo poderoso para gran parte del país.
El escritor Jesús Retana Vivanco destacó en sus comentarios cómo la evocación histórica cobró fuerza con la referencia a Josefa Ortiz de Domínguez, cuyo nombre completo y condición de soltera fueron mencionados en el grito, rompiendo moldes sobre quién tiene la voz en la independencia nacional. El Zócalo respondió con un “Viva” prolongado, recordando que no solo militares o clérigos llevan la voz en el México libre, sino también las mujeres y sus luchas.
Retana señala que, aunque hoy no hay “soldaderas” en las calles, México enfrenta otros desafíos urgentes: inseguridad, pobreza y desigualdad que hacen que el grito desde los balcones resuene en fuerte contraste con la realidad cotidiana de muchos mexicanos.
Deportes y gritos que mueven multitudes
El texto también resalta los gritos icónicos en el deporte, desde el “Siiiiuuuuu” de Cristiano Ronaldo al celebrar un gol, hasta el famoso “goooooooooool” de los narradores de fútbol y el clásico “La bola se va, se va, se fue” de Pedro “El Mago” Septién en béisbol. Los gritos deportivos son un reflejo de pasión colectiva y emoción desbordada.
En cuanto a la NFL, Retana anticipa un año más competitivo con equipos como Indianápolis, San Francisco, Tampa y Arizona peleando fuerte, mientras que Dallas, pese a su costosa plantilla, podría decepcionar una vez más y perderse el Super Bowl.
Por el lado local, los Diablos Rojos del México conquistaron su bicampeonato tras vencer a los Charros de Jalisco, alcanzando 18 títulos históricos. Retana recordó el último título a finales de los 60 y a figuras legendarias que marcaron esa época.
El mensaje final vuelve a México y sus retos: si Hidalgo llamó a levantarse contra la opresión y Josefa Ortiz desafió las cadenas de su tiempo, hoy las voces deben alzar la lucha contra la desigualdad, indiferencia y corrupción que mantienen al país en un grito constante.
Desde Mérida, Yucatán, este relato une historia, celebración y crítica social en un 15 de septiembre que no solo fue fiesta, sino también un recordatorio de lo que México debe enfrentar ahora.
