Una mujer de 33 años, Pelin Kıyga, murió aplastada por bloques de hormigón cuando el ascensor en el que viajaba en un edificio de Burdur, Turquía, se desplomó el 29 de septiembre. La tragedia ocurrió en un inmueble de 11 plantas en el barrio Altaylılar.
Pelin salió de su apartamento en el séptimo piso para dirigirse al trabajo y tomó el ascensor. El elevador se detuvo en el segundo piso, donde quedó bloqueado. Desde allí, Pelin llamó por teléfono a su marido para avisarle que estaba atrapada.
Instantes después, el ascensor cayó súbitamente hasta el sótano y fue aplastado por bloques de hormigón que se derrumbaron. El marido intentó ayudarla en el segundo piso, pero ya era demasiado tarde.
Los servicios de emergencia llegaron rápido y trasladaron a Pelin al hospital público del distrito, donde falleció a causa de sus heridas.
Las autoridades abrieron investigaciones judiciales y administrativas. Hasta ahora, 17 personas han sido interrogadas, incluyendo representantes de la empresa de mantenimiento del ascensor, el administrador del edificio y responsables de la seguridad.
Tres técnicos, antiguos y actuales, encargados del equipo fueron detenidos y están en custodia policial mientras siguen las pesquisas.
NTV, la cadena de noticias turca, confirmó la información y subrayó que la causa exacta del accidente aún no ha sido revelada oficialmente. Se espera que las investigaciones determinen si hubo negligencia o fallos graves en el mantenimiento del sistema.
La comunidad local está conmocionada por el accidente, que pone en alerta la seguridad en los ascensores de edificios residenciales en Turquía.
