La terapia cetogénica, conocida por tratar epilepsias resistentes, emerge ahora como una opción prometedora para combatir trastornos mentales como la depresión y el trastorno bipolar. La clave está en cómo el metabolismo energético del cerebro, afectado por la inflamación y la resistencia a la insulina, influye directamente en el bienestar mental.
Michael sufrió años de depresión leve y ansiedad hasta que modificó radicalmente su alimentación. Eliminó azúcares, carbohidratos refinados y alimentos procesados; aumentó grasas saludables y proteínas. En un mes, su depresión desapareció. “Mi mente se aclaró, la apatía evaporó”, afirmó.
El enfoque rompe con la psiquiatría tradicional que se concentra solo en neurotransmisores. “No se trata solo de química cerebral”, explica el Dr. Matthew Bernstein, pionero en psiquiatría metabólica. El cerebro puede usar cuerpos cetónicos en lugar de glucosa, mejorando la función mitocondrial y reduciendo inflamación cerebral, factores clave en los trastornos mentales graves.
Estudios recientes, incluida una investigación publicada en Translational Psychiatry, muestran cómo un régimen cetogénico bien supervisado reduce en un 70 % síntomas depresivos en solo 10 semanas y mejora la cognición. Otros análisis con casi 2000 participantes confirman la seguridad y viabilidad del método para atacar la inflamación y el malfuncionamiento mitocondrial.
La cetosis terapéutica: más que una dieta
La cetosis terapéutica se basa en una dieta controlada con ratios exactos de macronutrientes y seguimiento médico. El profesor Dominic D’Agostino explica que esta alimentación estabiliza la glucemia, combate la resistencia a la insulina y ofrece un “respiro” a las mitocondrias. A diferencia de dietas keto comerciales, aquí todo está medido y personalizado por un equipo médico.
La alimentación típica incluye huevos con bacon en mantequilla, ensaladas con aguacate y aceite de oliva, salmón con verduras y grasas saludables como nueces o queso entero. “La cetosis suele actuar como una restricción calórica natural, garantizando saciedad y menos inflamación”, dice Erin Louise Bellamy, experta clínica y gestora de proyectos en psiquiatría metabólica.
Las cetonas atraviesan la barrera hematoencefálica y promueven el GABA, un neurotransmisor calmante similar a un ansiolítico suave. Además, reducen la inflamación intestinal, otro factor emergente en trastornos psiquiátricos.
La investigación todavía es preliminar pero en rápido avance. Ensayos clínicos randomizados están en marcha para confirmar a gran escala estos hallazgos que podrían cambiar el paradigma en tratamientos psiquiátricos.
Para casos graves de bipolaridad o esquizofrenia, se recomienda cetosis estricta y supervisión médica. Para depresiones leves o ansiedad, bajar carbohidratos y eliminar ultraprocesados puede ser suficiente, añade Bernstein.
La reflexión de nuevos expertos es clara: dejar de temer a las grasas saturadas y verlas como aliadas metabólicas es clave para el futuro de la salud mental. Acciones simples como ayuno intermitente o añadir aceite MCT pueden potenciar el bienestar cerebral.
Antes de cualquier cambio importante, consulten siempre a un médico, especialmente si ya están bajo tratamiento para un trastorno mental. Pero el mensaje en Francia y el mundo es que el poder de la dieta puede influir más de lo que se pensaba en la salud de la mente y el cuerpo.
