Millones de franceses compraron en los últimos años test genéticos salivales en internet que Francia considera ilegales. Aunque estos kits prometen revelar orígenes y riesgos de salud por menos de 200 euros, la práctica está prohibida desde 2023 y puede conllevar multas de hasta 3.700 euros.
Valérie Depadt, jurista experta en bioética de la Sorbona, advierte:
“¿Cuántos usuarios saben que están infringiendo la ley al enviarse muestras a laboratorios extranjeros?”
En Francia, el ADN solo puede ser analizado bajo estrictas condiciones: investigación científica, peritajes judiciales o con autorización judicial para casos civiles, como búsqueda de paternidad. Nada de uso recreativo o comercial.
La fuerte regulación hizo que la mayoría de empresas del sector retiraran a Francia de su mercado oficial, incluida la gigante MyHeritage. Sin embargo, millones de datos personales siguen almacenados fuera del país en bases internacionales, sin control ni posibilidad de eliminación.
La preocupación no es solo legal. Dr. Marjolaine Willems, jefa de genética clínica en el CHU de Montpellier, señala que la calidad de los análisis es muy variable. “Los métodos de estos tests no tienen nada que ver con los de nuestros laboratorios,” dice. Mientras que las pruebas de origen pueden ser medianamente fiables, las que incluyen evaluaciones de riesgos médicos son riesgosas.
Pacientes llegan a hospitales convencidos de predisposiciones genéticas erróneas, producto de falsos positivos o negativos, o de interpretaciones superficiales sin acompañamiento médico. En el sistema oficial, la consulta genética dura una hora y se integra con el historial clínico, cosa que no sucede con estos kits.
Estas inquietudes se discutieron este fin de semana en Futurapolis 2025, evento celebrado en la Ópera Comédie de Montpellier, donde expertos en genética y derecho coincidieron en la necesidad de alertar al público sobre los riesgos de estos test y la protección de datos personales.
Además de este tema, Futurapolis propone talleres y charlas sobre genética, inteligencia artificial, neuropsicología y salud pública, destacando el avance en la comprensión del ADN no codificante — conocido como “ADN basura” — y su impacto en la medicina futura.
Francia mantiene su posición restrictiva para proteger a sus ciudadanos de riesgos legales, médicos y de privacidad. El mensaje es claro: antes de confiar en un test genético comprado en línea, consulte siempre con un especialista autorizado.
