Un estudio internacional encabezado por la Universidade Federal do Vale do São Francisco (Brasil) y la Universidad de Staffordshire (Inglaterra) mostró que personalizar las rutinas de ejercicio aeróbico según el género y perfil metabólico mejora la seguridad para quienes viven con diabetes tipo 1.
La investigación, publicada en el American Journal of Cardiology, analizó a 19 personas con diabetes tipo 1 durante dos sesiones de ejercicio supervisadas en cinta. Se midieron niveles de glucosa, frecuencia cardíaca, presión arterial y esfuerzo percibido antes, durante y después de la actividad.
Se encontró que hombres y mujeres responden diferente al ejercicio en sus niveles glucémicos y cardiovasculares. Esta diferencia clave puede ser determinante para evitar episodios de hipoglucemia, uno de los mayores temores para quienes practican actividad física con esta enfermedad.
Pooya Soltani, investigadora de Staffordshire, explicó: “Muchas personas con diabetes tipo 1 se desmotivan a hacer ejercicio por temor a la hipoglucemia y molestias asociadas. Nuestro objetivo es ofrecer pautas más seguras y adaptadas para aumentar la adherencia.”
El especialista a cargo, Jorge Luiz de Brito-Gomes, remarcó que un plan de entrenamiento individualizado podría marcar la diferencia en mantener niveles estables de glucosa y alentar un estilo de vida activo, especialmente en hombres que presentan irregularidad en su actividad física.
Los expertos insisten en consultar siempre a un especialista antes de iniciar cualquier rutina. Personalizar la actividad física no solo ayuda a controlar mejor la diabetes tipo 1 sino que también mejora el bienestar general y disminuye riesgos de complicaciones graves.
Este avance científico abre la puerta a programas de ejercicio más efectivos y seguros para pacientes, brindando un enfoque adaptado a las necesidades reales del cuerpo según género y condición metabólica.
