Un equipo de científicos del Arc Institute y la Universidad de Stanford logró algo inédito: usar inteligencia artificial (IA) para diseñar y fabricar desde cero virus sintéticos capaces de destruir bacterias resistentes a antibióticos.
Los investigadores entrenaron sus modelos Evo 1 y Evo 2 con una enorme base de datos de genomas virales, especializándose en el bacteriófago φX174, un virus que afecta bacterias Escherichia coli y fue el primer organismo con ADN secuenciado en la historia. La IA aprendió la “gramática” genética de esta familia viral y generó miles de nuevos genomas virales, de los cuales 300 fueron sintetizados en laboratorio.
De esos, 16 demostraron ser funcionales y replicarse con éxito, atacando bacterias huésped de manera eficaz. Destaca el virus sintético llamado Evo-2147, que según criterios biológicos podría ser considerado una nueva especie viral por sus cientos de mutaciones únicas.
Además, algunos virus creados por la IA superaron a la versión natural. Por ejemplo, Evo-69 se replicó más rápido mientras que Evo-2483 destruyó bacterias en menos tiempo que el fago original.
El avance más relevante es que este “coctel” de virus creados por IA logró superar bacterias resistentes al fago natural φX174 en cuestión de días. Esto abre una nueva vía en la lucha contra la resistencia bacteriana, uno de los mayores problemas en la salud pública.
La inteligencia artificial también encontró soluciones genéticas inesperadas. En un caso, integró una proteína normalmente letal para el virus dentro de un nuevo contexto, logrando que fuera funcional, un nivel de coevolución genética que supera el conocimiento humano actual.
Los científicos subrayan que usaron un virus que no afecta humanos y que el modelo IA está programado para evitar crear agentes patógenos peligrosos, minimizando riesgos de bioseguridad en estos experimentos. Sin embargo, advierten que continúa la preocupación ética sobre el potencial mal uso de esta tecnología.
Este desarrollo marca el inicio de una nueva era en biología y medicina, donde la IA no solo ayuda a entender la vida, sino que puede crear formas sintéticas que combaten bacterias que las medicinas actuales no pueden.
