María Corina Machado, líder opositora venezolana, fue galardonada este viernes con el Premio Nobel de la Paz 2025. En una carta publicada en su cuenta de X desde Caracas, dedicó el premio al pueblo venezolano y su lucha por la libertad frente a un régimen que calificó de “tiranía” y “maquinaria de opresión”.
Machado agradeció al Comité Noruego del Nobel y destacó que este reconocimiento es para “el pueblo de Venezuela, que ha luchado con coraje, dignidad e inteligencia”. En su mensaje, recordó los “26 años de violencia y humillación” en el país, atribuidos a un gobierno que ha dejado “detenciones, torturas, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales”, lo que a su juicio constituye crímenes de lesa humanidad.
Aunque describió la represión con dureza, la opositora también puso énfasis en la resistencia ciudadana. Resaltó un “movimiento cívico formidable” que ha logrado superar las divisiones impuestas por el régimen y unir a los venezolanos en su “anhelo poderoso” de paz y libertad. Reconoció el coste humano: “miles de pueblos arrasados, millones forzados a emigrar”.
Machado subrayó que este premio llega en un momento crucial para Venezuela, que está “muy cerca de alcanzar nuestro objetivo” tras la victoria electoral del 28 de julio. Para ella, el Nobel debe impulsar y energizar la transición democrática inmediata que reclama la mayoría opositora.
“Este premio es tuyo, es un reconocimiento a lo que hemos logrado juntos y un recordatorio de lo que aún falta”
La política agradeció también la ayuda internacional, sobre todo de aliados en América, y avisó de la “inmensa responsabilidad” que implica el galardón. Para ella, la paz es inseparable de la libertad y lograrla requiere “una gran fuerza moral, espiritual y física”.
Hasta el cierre de esta información, no ha habido felicitaciones públicas de dirigentes españoles como José Luis Rodríguez Sánchez o José Manuel Albares, según fuentes cercanas. La noticia ha generado reacciones mixtas en el panorama político y diplomático en España.
María Corina Machado termina su carta con un mensaje motivador para los venezolanos: avanzar “con más fuerza, confianza y fe inquebrantable porque vamos de la mano de Dios hasta el final”.
Este Nobel marca un nuevo capítulo en la crisis venezolana y aumenta la presión internacional sobre el régimen para abrir caminos hacia la democracia tras años de crisis política, social y económica.
