Eni y YPF firmaron esta semana el Technical FID para poner en marcha el proyecto Argentina LNG, un ambicioso plan que busca instalar dos plantas flotantes de licuefacción (FLNG) en la costa de Río Negro y conectar un gasoducto directo con el yacimiento de Vaca Muerta, en Neuquén.
El complejo tendrá una capacidad inicial de 12 millones de toneladas anuales, ampliables a 18 millones, y podría generar exportaciones por hasta US$20.000 millones al año. La inversión total superará los US$40.000 millones y las plantas podrían empezar a operar en tres años, con metas claras de exportar gas licuado al mundo antes de 2029.
El CEO de Eni, Claudio Descalzi, destacó la velocidad del acuerdo tras reunirse con el presidente Javier Milei hace pocos meses en Roma: “En apenas cuatro meses logramos lo que a otros les lleva dos años. El equipo de YPF fue extraordinario”.
El proyecto divide responsabilidades: YPF liderará el desarrollo upstream en Vaca Muerta, mientras que Eni aportará su experiencia en tecnologías FLNG, que ya aplicó con éxito en África. “Cada socio conoce su rol. YPF domina producción de gas y nosotros las plantas flotantes”, aseguró Descalzi.
El ejecutivo italiano definió a Vaca Muerta como un campo con “rendimiento superior a los mejores yacimientos shale de Estados Unidos” con costos de extracción bajos, lo que garantiza rentabilidad incluso con precios internacionales moderados.
El modelo de financiamiento se basará en deuda para el 70% de las unidades flotantes y capital propio para el resto. Sin embargo, Descalzi fue claro sobre el desafío financiero del upstream, que requiere estabilidad fiscal, contratos de largo plazo y compradores sólidos para garantizar el flujo de fondos internacional.
“Argentina tiene todos los factores que una inversión grande necesita: recursos, empresa estatal fuerte, capacidad técnica y un gobierno que apoya la inversión”
El CEO de Eni también valoró el talento local: “El personal de YPF es muy competitivo, hay buen recurso humano y motivación nacional, esa combinación garantiza el éxito”. Confirmó que la inversión será progresiva, con un ritmo manejable y cuatro plataformas activas en primera etapa.
El proyecto se plantea en una sociedad 50/50 entre YPF y Eni, con posibilidad de incorporar nuevos socios y compradores de GNL para compartir riesgos y expansión. Se planean contratos de 20 años para garantizar precios y volúmenes estables.
Descalzi cerró destacando la vinculación con Argentina desde 1991 y la intención de expandirse hacia otros recursos estratégicos: minerales críticos y agricultura. “Invertir es cuestión de confianza y aquí nos sentimos en casa”, dijo sobre la relación cultural y comercial con el país.


































