Prince William está furioso tras la decisión de King Charles III y la Princesa de Gales, Catherine, de reconciliarse con Prince Harry. La reconciliación, impulsada por el rey pese a su batalla contra el cáncer, está generando una crisis interna profunda en la monarquía británica.
Según fuentes cercanas, William, de 43 años, está “estupefacto” porque su padre, de 74 años, y Kate, que apoya abiertamente la paz, quieren abrir la puerta a Harry, de 41, tras cinco años de enfrentamientos públicos y tensión familiar. La relación rota entre los hermanos es el núcleo del conflicto.
El propio William ha sido claro: no apoya la vuelta de Harry y Meghan Markle. La tensión crece porque Kate y Charles actúan en contra de su postura. Un informante reveló a Radar Online que William “está furioso porque Charles recibe a Harry como un hijo pródigo”.
La situación ha puesto a Catherine en una posición complicada. William le pide que evite cualquier contacto con Harry en sus futuras visitas, mientras ella solo busca paz familiar. La presión entre la pareja asciende al máximo, generando grietas visibles en el núcleo de la familia real.
El detonante fue la reunión en Clarence House, Londres, el pasado 18 de septiembre, primer encuentro en 19 meses entre Charles y Harry. Se planean más encuentros privados, preparándose para una posible exhibición pública de unidad.
Esta dinámica ha tensado la relación entre padre e hijo, William y Charles. Una fuente confirmó que “las tensiones están en su punto más alto y la reconciliación con Harry está en el centro del desacuerdo”.
El rey sostiene que Harry, aunque no regresará a funciones oficiales, merece respeto y dignidad como parte de la familia. “No hay razón para que Harry sea totalmente excluido”, asegura un informante. Charles anticipa más visitas con Harry y sus hijos a corto plazo.
Por su parte, William continúa firme en su rechazo, alimentando un choque generacional y familiar que promete dominar la agenda real en los próximos meses.
