Wayne Rooney ha salido al paso de las polémicas declaraciones de Steven Gerrard sobre la generación dorada inglesa de los años 2000, un grupo que nunca logró conquistar títulos importantes.
Gerrard aseguró que el “ego” y la rivalidad entre clubes frenaron a aquel equipo que, con figuras como Beckham, Lampard, Terry, Ferdinand y Cole, soñó con grandes éxitos pero solo alcanzó cuartos de final en mundiales y Eurocopas.
La respuesta de Rooney fue tajante. En The Wayne Rooney Show calificó como “una falta de respeto” culpar a la actitud egoísta del grupo. “No ganamos nada, pero decir que fuimos egoístas es injusto. Trabajamos duro y representamos a nuestro país con orgullo”, afirmó.
Recalcó que la rivalidad histórica entre jugadores de Manchester United y Liverpool generaba distancia fuera del campo, pero negó que eso afectara su compromiso cuando jugaban con la selección. “Dentro del campo dábamos todo por Inglaterra”, subrayó.
Este cruce entre dos de los símbolos más grandes del fútbol inglés revive viejos debates sobre aquella generación que, pese a tener talento de sobra, no cumplió las expectativas de títulos y gloria para su país.
