La sala de espectáculos La Paloma, en Nîmes (Gard), afronta un problema crítico: el suelo calefactado del vestíbulo, cubierto por pintura amarilla, está dañado desde la apertura hace más de diez años. Nîmes Métropole, propietaria del lugar, lucha para encontrar técnicos especializados que puedan ejecutar la reparación.
El problema no es nuevo, pero la garantía decenal del constructor original, demandada por el presidente Franck Proust, no ha dado frutos debido a empresas desaparecidas o aseguradoras opacas. 200.000 euros están previstos para el reemplazo del revestimiento del suelo, la capa base y la resina, que cubren el sistema calefactor defectuoso.
“Esto requiere una técnica muy específica”, dijo Proust, señalando que el primer llamado a licitación lanzado en primavera no tuvo respuestas. La búsqueda continúa mientras la programación de la sala complica aún más la cuestión. Según el calendario actual, no hay ventana en el calendario para parar la actividad hasta mayo, cuando la banda Feu! Chatterton actúe.
Además, se han detectado nuevas fisuras estructurales que podrían agravar los trabajos a realizar. Este hecho podría retrasar aún más el inicio del proyecto y demanda un nuevo estudio técnico. Por ahora, la metrópoli evalúa si abrir un nuevo llamado a licitación para abordar todas esas deficiencias.
La Paloma es un espacio clave de Nîmes para la cultura, con gran afluencia durante sus eventos. La imposibilidad de cerrar la sala por dos meses sin afectar la agenda suma presión sobre Nîmes Métropole, que intenta cerrar acuerdos laborales y financieros para evitar mayores daños en la infraestructura y la programación.
El presidente Franck Proust mantiene “intercambios vigorosos” con los excontratistas y sus aseguradoras, pero la vía judicial y administrativa avanza lento. Mientras tanto, la búsqueda del contratista adecuado sigue abierta.
