El presidente Emmanuel Macron confirmó ayer la reconducción de Sébastien Lecornu como primer ministro, provocando una oleada inmediata de rechazo entre los principales grupos de oposición de Francia.
Desde La France Insoumise (LFI) hasta el Rassemblement National (RN), pasando por comunistas y ecologistas, la oposición anunció que votará una moción de censura contra el nuevo gobierno. Critican la decisión como un “entorpecimiento” y una “humillación” para la ciudadanía.
Manuel Bompard, coordinador de LFI, calificó la jugada en Twitter como un “nuevo brazo de honor a los franceses” y prometió una censura inmediata junto con una moción de destitución para Macron. “Un irresponsable ebrio de poder humilla a Francia y al pueblo francés”, denunció.
“Un nuevo brazo d’honneur aux Français d’un irresponsable ivre de son pouvoir”, dijo Bompard.
El RN y sus aliados se sumaron sin titubear. Jordan Bardella, presidente del partido, criticó esta renovación como “una mala broma y una vergüenza democrática”, y anunció también una censura inmediata. Por su parte, Éric Ciotti tuiteó simplemente la palabra: “Censure”.
El Partido Comunista Francés tachó de “inaceptable” el “entêtement” del presidente e insistió en que sin ruptura vendrá la censura y un posible llamado anticipado a las urnas.
Marine Tondelier, líder de los ecologistas, señaló en France Info que no veía motivos para no apoyar la censura pero esperará al discurso de política general de Lecornu para decidir definitivamente.
La reconducción se produce en un contexto muy tenso, con la reforma de las pensiones aún pendiente y generando amplio rechazo popular y social. El Partido Socialista también ha amenazado con apoyar la censura si no se detiene completamente esa reforma.
La crisis política amenaza con agudizarse en los próximos días cuando se vote formalmente en la Asamblea Nacional la moción de censura y la izquierda radical y derecha extrema presionen para forzar elecciones anticipadas o cambios significativos.
Este choque político refuerza la idea de un Ejecutivo aislado que sigue adelante pese a la fuerte oposición y malestar social. La pelota ahora está en la cancha de Sébastien Lecornu, cuya capacidad para formar gobierno y frenar la crisis será puesta a prueba de inmediato.
