La marca chocolatera Suchard ha presentado esta Navidad una campaña que ha generado debate y suspicacias en redes sociales: un sorteo propio inspirado en la famosa Lotería de Navidad, pero sin estar vinculado a la administración oficial.
El llamado “Sorteo Suchard” consiste en incluir números y series en los envoltorios de sus tabletas de turrón, que entran en un sorteo con premios de hasta 50.000 euros. El sorteo principal está programado para el 2 de febrero de 2026, con un premio adicional de 1.000 euros para quienes solo acierten el número. Además, podría celebrarse un sorteo extraordinario el 7 de enero, con un único premio del valor mayor.
La acción ha generado críticas y dudas legales en plataformas como LinkedIn, donde usuarios advierten sobre posibles confusiones con la Lotería Nacional y riesgos de imagen para la marca. Sin embargo, según las bases legales publicadas en la web de Suchard, se evitaron impedimentos legales al desvincular completamente estos sorteos de la Lotería de Navidad oficial.
“Los sorteos de Lotería no se pueden hacer…”
apunta un usuario que al leer las condiciones reconoce que el sorteo cumple la normativa al no tratarse de un juego oficial
El desarrollo no es menor: la Lotería de Navidad es una tradición arraigada que supera el ámbito económico. Sus números se cantan en directo por los niños de San Ildefonso cada 22 de diciembre y simbolizan la reunión de familias y amigos en estas fechas. Aprovechar esta imagen para una campaña comercial sin ser parte de la Lotería ha provocado debates sobre la ética publicitaria y la posible inducción a error.
La venta anticipada del producto con números desde septiembre también ha llamado la atención y críticas irónicas:
“Lo que sorprende es que se empiece a vender el turrón en septiembre. Un poco más y nos pilla con bañador puesto”
Así, Suchard apuesta por una jugada publicitaria con premio económico real, que busca captar el impulso navideño y la expectación de los sorteos. Queda por ver si esta fórmula calará con los consumidores o si los cuestionamientos legales y éticos frenarán futuras ediciones.
