El presidente Javier Milei sorprendió al anunciar una reforma laboral que incluye “adecuar los convenios colectivos a la realidad actual”, una frase que encendió las alarmas en la CGT y otros gremios.
Desde la central obrera denunciaron que el gobierno busca avanzar sin diálogo, como advirtió Gerardo Martínez, líder de la UOCRA:
“No se avanzó nada en el Consejo de Mayo y están preparando cambios sin consenso”
. La referencia al histórico espacio de consenso entre sindicatos, empresarios y Estado remarca la tensión.
La preocupación gremial no es casual. Ven con preocupación la posibilidad de que el espacio laboral vuelva a manos del PRO, un sector político que intentó flexibilizar derechos en el pasado y cuya gestión en Trabajo generó fuertes enfrentamientos con los trabajadores.
Milei insistió en que hay que reagrupar los convenios para que reflejen “la realidad del país”, aunque no adelantó detalles específicos sobre los cambios ni los plazos. La incertidumbre crece en sindicatos que temen que a la ley se le imprima un estilo ultraliberal sin negociación que ponga en riesgo derechos y conquistas históricas.
En el contexto, el llamado Consejo de Mayo —que debía funcionar como mesa de diálogo tripartito— no logró avanzar en definiciones y ya genera dudas sobre la voluntad oficial para negociar.
La tensión entre el oficialismo y los sindicatos comienza a escalar. La reforma laboral será uno de los temas que marcará el clima político y social en los próximos meses, con sindicalistas en alerta y movilización posible si no se garantizan acuerdos previos.
