La policía nacional de Saint-Nazaire detuvo el jueves 9 de octubre por la tarde a un traficante de drogas y a su cómplice, tras una operación en el barrio de La Trébale.
La intervención fue ordenada por la fiscalía local para restablecer la seguridad en un punto conocido por la venta de estupefacientes, concretamente en la alameda de las Tulipas.
Durante horas, agentes de la Brigada de Anticrimen (BAC) realizaron una vigilancia discreta, constatando repetidos intercambios entre el vendedor, conocido como “carbonero”, y varios compradores.
Al acercarse para detenerlo en flagrancia, el sospechoso huyó hacia las plantas superiores de un edificio. La clave vino del nuevo miembro de la unidad canina antidrogas de Saint-Nazaire, un pastor holandés entrenado para detectar estupefacientes.
“El perro realizó un marcado claro frente a la puerta de un apartamento,” explicó el comisariado local.
Ante la negativa de abrir, la policía forzó la entrada y arrestó al hombre, además de a la mujer que vivía allí, conocida como “nourrice” —una persona que facilita alojar a traficantes o esconder drogas.
La requisa encontró unos 70 gramos de resina de cannabis distribuidos en diferentes escondites, 1.055 euros en efectivo y materiales para embalar droga.
Ambos quedaron en custodia policial: al hombre se le prolongó la detención para ser presentado ante la fiscalía este sábado, acusado de tráfico y complicidad. La mujer de 25 años fue liberada con una citación judicial tras una posible admisión de culpabilidad.
Esta operación refuerza el papel creciente de la unidad canina antidrogas en Saint-Nazaire, que ya ha demostrado ser fundamental para localizar y capturar sospechosos que intentan escapar.
Los agentes siguen atentos en la zona para desmantelar redes de venta que afectan la seguridad diaria de los vecinos.
