En el corazón del barrio histórico de Lyon, las Pentes de la Croix-Rousse, la parte más alta de la escalera de la Grande-Côte amaneció de nuevo con un gigantesco grafiti representando la bandera palestina.
No es la primera vez que este símbolo reaparece en la famosa escalera, que ha sido escenario recurrente de expresiones políticas y artísticas. Ya en ocasiones anteriores, este tramo fue pintado con la bandera francesa en azul, blanco y rojo, pero las autoridades locales lo borraron rápidamente.
La alcaldesa del 1er distrito, Yasmine Bouagga, aseguró que el Ayuntamiento interviene de inmediato tras cada denuncia para eliminar estas pintadas. Según ella, el coste de limpiar los grafitis en edificios públicos se eleva a varios millones de euros.
Una reciente orden judicial también obliga a la ciudad a suprimir esta clase de símbolos en espacios públicos, lo que apunta a que esta bandera palestina no se quedará mucho tiempo visible. El servicio municipal de limpieza ya fue alertado y prepara su intervención.
Las escaleras de la Croix-Rousse no solo son un punto político sino cultural: hace meses, el escalier Pouteau fue cubierto con una inscripción del grupo de extrema izquierda “La Jeune Garde” antes de ser borrada. En respuesta, ese lugar se está transformando en un « escalier peint » con una obra colectiva de la ilustradora local Romane Bonsoir, buscando embellecer el espacio y desviar las tensiones.
Mientras las tensiones sociales siguen marcando este rincón de Lyon, las autoridades mantienen la vigilancia sobre estos símbolos que mezclan reivindicación y arte urbano, intentando preservar el patrimonio sin ceder a la polémica.
