El cese al fuego acaba de entrar en vigor en la franja de Gaza, pero el grupo Hamas ya marca la línea roja: su desarme no será negociable.
El plan de paz presentado por el expresidente estadounidense Donald Trump incluye la condición de que Hamas entregue sus armas, algo que el movimiento palestino rechaza de plano. En un comunicado, Hamas calificó esta demanda como “fuera de cuestión” y “no negociable”.
Este rechazo pone en riesgo la continuidad del acuerdo de alto el fuego, que se activó esta semana con la intención de detener la violencia en Gaza, afectada por años de conflicto entre Israel y grupos armados palestinos.
El desarme de Hamas figura como una condición clave para la estabilidad a largo plazo en el plan de Trump, que busca un acuerdo global en la región, pero el grupo islamista insiste en mantener su arsenal para “proteger a la población palestina”.
Fuentes estadounidenses y regionales siguen la evolución del conflicto con preocupación, ya que la negativa de Hamas puede provocar una escalada rápida si las tensiones resurgen por desencuentros sobre el cumplimiento del alto el fuego.
En Francia, el tema sigue siendo una cuestión delicada, con diplomáticos siguiendo de cerca la estabilidad regional y sus implicaciones para la política internacional y la seguridad europea.
Por ahora, la pausa en los combates es efectiva, pero con Hamas fuera de la mesa en lo que respecta al desarme, la estabilidad sigue en duda. Más información sobre esta situación en desarrollo.
