Joe Biden, expresidente de Estados Unidos, está recibiendo radioterapia como parte del tratamiento para el cáncer de próstata que reveló en mayo.
Según su equipo, además de la radioterapia, Biden se somete a un tratamiento hormonal. La enfermedad fue diagnosticada en etapa metastásica, considerada agresiva pero sensible a las hormonas, lo que abre la esperanza a una buena respuesta médica.
Biden, que cumplirá 83 años el próximo mes, también se sometió en septiembre a un procedimiento para eliminar células cancerosas en su piel, conocido como cirugía de Mohs.
Su diagnóstico generó sorpresa entre expertos consultados, ya que la mayoría de cánceres de próstata suelen detectarse en fases más tempranas. Además, los presidentes suelen someterse a chequeos exhaustivos. Sin embargo, algunos profesionales señalan que a pacientes de edad avanzada se les suele suspender el tamizaje por la menor confiabilidad de las pruebas en ese grupo.
Aunque Biden no había pasado pruebas para detectar este cáncer en más de diez años, su equipo asegura que su salud general está siendo atendida.
El cáncer de próstata tiene una tasa de supervivencia alta frente a otros tipos de cáncer.
El mandatario ha enfrentado también preguntas sobre si él o su equipo ocultaron información sobre su capacidad para gobernar debido a su salud. Por ahora, Biden continúa con el tratamiento con discreción y sin alterar su agenda pública.
