La achicoria, conocida como scarole o frisée, es la estrella de las ensaladas de otoño e invierno para jardineros en Bretaña. Daniel Ruello, experto de Plantous et Greffous y figura clave en el Comité d’Action Culturelle (CAC) Sud 22, ofrece claves para un cultivo exitoso en la región de Côtes-d’Armor.
El cultivo se realiza generalmente en verano, con riego constante para asegurar un desarrollo regular. La achicoria no teme al frío y se adapta bien a distintos tipos de suelo, lo que la convierte en una opción sólida para esta temporada.
Una práctica recomendada por Ruello para lograr un corazón blanqueado y tierno en las hojas es cubrir algunas plantas con un tiesto de barro, que debe tener el agujero tapado para evitar el exceso de humedad. Esta operación debe hacerse en días secos para prevenir la aparición de la podredumbre, que avanza rápido cuando las hojas están mojadas.
El proceso de blanqueo demora alrededor de 10 días, tras lo cual la achicoria está lista para ser cosechada con un sabor más suave y textura agradable.
Ruello es un referente en la zona de Loudéac y su experiencia es un recurso valioso para quienes buscan mejorar sus huertos colectivos o carteras de verduras de invierno.
Para quienes quieran más información, Plantous et Greffous están disponibles en la región, con contacto vía correo electrónico [email protected] o el teléfono 02 96 28 93 53.
La achicoria vuelve así a ser protagonista en los huertos bretones, confirmando su lugar como una verdura resistente y versátil para las estaciones más frías.
