Boca Juniors mereció mucho más pero dejó escapar una victoria clara en La Bombonera al empatar 2-2 con Central Córdoba por el Torneo Clausura, en un partido que dominó ampliamente hasta el segundo tiempo.
El análisis sin vueltas de Germán García Grova en TyC Sports fue lapidario y directo: Boca fue un auténtico “baile” durante 35 minutos, con un juego sólido y opciones claras para haber cerrado el partido con un marcador mucho más cómodo. Lautaro Di Lollo fue clave en defensa, mientras que en el mediocampo Rodrigo Battaglia y Leandro Paredes manejaron el ritmo y la pelota con mucha calidad.
“Es un baile descomunal de Boca. En 35’ merecía ir ganando 3 o 4 a 0. Volumen de juego y alternativas por todos lados. Le falta el pase al gol. Nada más”, señaló Grova con claridad.
Pero un gol de Central Córdoba, junto a las constantes intervenciones milagrosas del arquero Alan Aguerre, comenzaron a minar el ingreso del equipo local en el complemento. El visitante mejoró con los cambios, fue ganando confianza y logró dar vuelta el resultado parcial para dejar el partido igualado y casi llevarse los tres puntos.
Leandro Paredes fue el mejor jugador xeneize y, pese a la enorme actuación, no pudo evitar que el equipo se apagara en el segundo tiempo. La salida de Edinson Cavani terminó de modificar el ritmo ofensivo de Boca y Exequiel Palacios se diluyó con el correr de los minutos.
“Inexplicable empate en La Bombonera. Boca brillaba y con el 2-0 todo era alegría. Central Córdoba mejoró con los cambios y casi lo gana”, explicó García Grova.
El empate dejó a Boca con un sabor amargo, que pagó caro la falta de concentración en las pelotas paradas y el bajón en el segundo tiempo. El equipo de Russo mostró buenas señales, pero no supo cerrar un partido que tenía controlado con claridad en el primer tiempo.
Este resultado no solo enfría el ánimo de los hinchas sino que también plantea preguntas sobre la consistencia de un Boca que aún ajusta piezas previo a etapas decisivas en el torneo.
