Israel Katz, ministro de Defensa, anunció hoy que el ejército israelí destruirá todos los túneles del Hamas en la banda de Gaza tras la liberación de los 48 rehenes que permanecen bajo control del grupo islamista. La operación se realizará en el marco de un “mecanismo internacional” bajo supervisión estadounidense, indicó Katz.
El anuncio llega en el tercer día de un alto el fuego efectivo entre Israel y Hamas, después de dos años de conflicto marcado por la ofensiva lanzada por Hamas sobre territorio israelí el 7 de octubre de 2023. Según el acuerdo, Hamas debe entregar a Israel los 48 rehenes vivos o muertos que quedan, casi todos secuestrados en la mencionada ofensiva de 2023.
En cambio, Israel liberará a 250 palestinos detenidos por razones de seguridad, incluidos varios condenados por atentados mortales, además de otros 1.700 arrestados en Gaza desde octubre del año pasado. Hamas confirmó que la entrega de los rehenes se realizará el lunes.
El plan de destrucciónde los túneles, usados por el brazo armado del Hamas para trasladar combatientes, armas y suministros, es vital para la estrategia israelí de “desmilitarización” de Gaza, parte del plan de paz presentado por Donald Trump. Sin embargo, esta segunda fase queda aún pendiente de negociación entre las partes.
Hossam Badran, miembro del buró político de Hamas, advirtió sobre negociaciones “difíciles”. El movimiento mantiene que no aceptará el desarme mientras se mantenga la ocupación israelí, si bien ha sugerido un desmantelamiento gradual de su infraestructura militar solo dentro de un marco político para finalizar el conflicto.
El sistema de túneles del Hamas es uno de los pilares de su capacidad bélica bajo Gaza. Israel asegura haber destruido muchos en los últimos años, pero el compromiso es eliminar el resto tras la fase actual de restitución de rehenes y el mantenimiento del alto el fuego. La medida pretende asegurar una estabilidad precaria y reducir la amenaza terrorista.
Este desarrollo ocurre en un contexto de presión internacional creciente y bajo estricta supervisión estadounidense, que pretende garantizar el cumplimiento de los acuerdos y evitar una nueva escalada violenta tras el acuerdo de alto fuego. La tensión sigue alta en la región a la espera de la implementación de las siguientes fases del plan.
