El Sporting de Gijón cortó de raíz una racha de cinco derrotas consecutivas al ganar 2-1 al Racing de Santander en El Molinón ante 23.906 espectadores, en el estreno de Borja Jiménez como entrenador rojiblanco.
El equipo salió con la intención clara de Jiménez: valentía y presión alta. A los 13 minutos, Dubasin adelantó al Sporting tras rematar una asistencia limpia de Guille Rosas. La primera parte fue sólida, aunque el Racing comenzó a dominar el balón entrando en el segundo tiempo.
En el minuto 64, Pablo Vázquez amplió ventaja al rematar de cabeza un balón suelto tras un saque de esquina, pero Jeremy Orellana recortó distancias para los visitantes en el 75. El partido se complicó para los locales, que echaron de menos recambios y sufrieron mucha presión hasta el final.
El encuentro fue tenso y cargado de tarjetas. Otero fue amonestado por el Sporting, mientras que Salinas, Pablo Ramón, Puerta, Michelin e Iñigo Vicente vieron amarilla por el Racing. Michelin fue expulsado con roja directa estando en el banquillo y Kevin Vázquez vio la roja al final tras una falta polémica que levantó a El Molinón.
Rubén Yáñez fue clave para la victoria local. En una de las últimas jugadas, el portero evitó con una espectacular parada un tiro casi a quemarropa de Yeray que iba directo a la escuadra. El Molinón aguantó con presión y apoyo hasta el pitido final pese al marcado desorden táctico del Sporting en la segunda parte.
Al final hubo controversia, porque en el último minuto Puerta marcó un gol que fue anulado y se desató una tangana que acabó con la expulsión de Sangalli. Aún así, la victoria devolvió la esperanza a un equipo que no puede permitirse demasiados altibajos.
Borja Jiménez logró arrancar ganando, pero queda claro que deberá pulir aspectos defensivos y poner más gasolina al banquillo para no sufrir en las jornadas que vienen.
