Esta semana en Bogotá se llevaron a cabo implosiones controladas para derribar puentes en desuso, con un operativo de seguridad riguroso que protegió a la ciudadanía y la infraestructura cercana.
Las autoridades establecieron tres anillos de seguridad para prevenir daños: el primero a 50 metros donde no se permitieron personas, animales ni bienes por el riesgo de fragmentos. En un radio más amplio, de 100 metros, se ordenó la evacuación total de personas y vehículos.
El procedimiento duró pocos minutos, aunque la logística previa tomó horas de preparación para asegurar el cumplimiento de las normas de seguridad y minimizar cualquier daño colateral.
Los trabajos buscan mejorar la movilidad urbana eliminando estructuras deterioradas y liberando espacio para nueva infraestructura vial. Hasta ahora no se reportan incidentes durante las detonaciones.
Las autoridades recordaron que estas medidas son necesarias para proteger a los vecinos y mantener el orden ante esta clase de obras delicadas.
La información fue divulgada inicialmente por Diario del Cauca; se espera que en las próximas horas se dé un informe oficial más detallado de los resultados y pasos a seguir.
