Colombia enfrenta un creciente déficit en el suministro de gas natural que obliga a buscar alternativas como la expansión de plantas regasificadoras para importar gas licuado (GNL). Expertos anuncian que la falta de gas nacional ya afecta al país y que la tarifa residencial podría aumentar en la región Caribe desde diciembre.
Actualmente opera la planta de regasificación Spec LNG en Cartagena, pero Ecopetrol y otras empresas planean nuevas instalaciones para cubrir la demanda creciente. Ecopetrol presentó proyectos en Buenaventura y Buga para la costa Pacífica, con entrada en operación prevista para el segundo trimestre de 2026. En el Caribe, están en marcha plantas en los puertos de Coveñas (Sucre) y Ballenas (La Guajira), recientemente aprobadas por la ANLA.
TGI, filial de Grupo Energía Bogotá, lidera otro proyecto en La Guajira con una unidad flotante de regasificación (FSRU) que promete importar gas con menor costo y disponibilidad rápida, con conexión directa al Sistema Nacional de Transporte.
El presidente de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras, Alejandro Castañeda, alertó que el déficit de gas será del 13 % en 2024 y aumentará a 25 % en 2027. Según Castañeda, no existen perspectivas reales de reactivar la producción nacional suficiente antes de 2029, lo que obliga a depender de importaciones y plantas regasificadoras.
“Mientras uno desarrolla campos de producción, no hay muchas expectativas para ser autosuficientes de aquí a 2029”
Julio César Vera, director de la Fundación Xua Energy, confirmó que se importará gas no solo para la demanda térmica, que puede superar los 400 millones de pies cúbicos anuales según condiciones hidroeléctricas, sino para atender sectores esenciales como residencial, comercial, pequeña industria y refinerías.
La planta Spec está en proceso de expansión: añade 50 millones de pies cúbicos por día desde septiembre de 2027, sumados a 25 millones activos desde el mes pasado. Además, la futura planta en Buenaventura aportará 60 millones diarios desde 2025 y las de Coveñas y La Guajira podrían aportar hasta 250 y 300 millones de pies cúbicos diarios respectivamente desde 2027.
Vera aseguró que con estas infraestructuras, Colombia tendría opciones para garantizar el abastecimiento. Según él, la planta de TGI sería la más eficiente en términos logísticos y precios, con gas entre 8 y 10 dólares por millón de BTU. El gas importado actualmente cuesta cerca de 18 dólares, mientras que el nacional oscila entre 8 y 10 dólares por millón de BTU, lo que se traduce en costos mayores para los usuarios.
El exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, destacó que Ecopetrol ya contrató la instalación de una planta en Buga y que se necesita coordinación con TGI para elegir la mejor opción. Acosta señaló que en el interior del país los usuarios ya enfrentan aumentos de tarifas entre 20 % y 36 % por el gas importado. En la Costa Caribe, aún no hay afectación directa en tarifas, pero la expiración de contratos en noviembre obligará a renovar con gas importado desde diciembre, lo que encarecerá el servicio a partir del próximo mes.
“Los usuarios del Caribe no se han visto afectados todavía, pero el alza se hará sentir en diciembre”
Castañeda advirtió que sin fracking no habrá solución a corto plazo para cerrar el déficit y que la importación, si bien más costosa, es inevitable. También puntualizó que “el gas nacional barato y abundante del pasado se está acabando”, lo que empuja los precios internos hacia valores más altos, cercanos a los del mercado internacional.
La demanda prevista para los primeros meses de 2026 es de 90 millones de pies cúbicos diarios, que escalarán a 102-117 millones en el segundo y tercer trimestre, y podrían alcanzar 350 millones hacia 2029-2030, aumentando la presión para instalar plantas regasificadoras de manera urgente.
