El guisante congelado puede ser un acompañamiento sencillo y saludable, pero cuando se cocina de forma tradicional, a menudo termina pastoso y poco apetecible.
Desde el Reino Unido llega un consejo culinario que está ganando terreno para transformar por completo este vegetal básico: en lugar de hervirlo, recomiendan dorarlo en sartén para darle mejor textura y sabor.
El truco, publicado por el portal Klix, consiste en sofreír el guisante con mantequilla, una pizca de azúcar y ajo blanco. Este método rápido, con solo seis cucharadas de mantequilla y un diente de ajo, promete un resultado crujiente y sabroso, nada parecido al guisante aguado que solemos conocer.
Para prepararlo, hay que calentar los ingredientes a fuego medio en la sartén, revolver hasta que el guisante esté bien caliente y el mantequilla se derrita. Solo al final se añade sal y pimienta al gusto. La receta recomienda usar 500 gramos de guisante congelado para cuatro raciones.
Este cambio sencillo puede revitalizar las cenas cotidianas, ofreciendo un sabor más intenso que convence a los que buscan variar sin complicaciones ni tiempo extra en la cocina.
Ideal para quienes quieren añadir un toque verde a sus platos sin resignar textura ni sabor, el guisante pasa de ser un acompañamiento aburrido a una guarnición atractiva y sabrosa.
En un país donde las verduras congeladas son un básico habitual y rápido para millones de hogares, esta técnica podría convertirse en un nuevo estándar frente a la simple cocción en agua o vapor.
