La oración a la Virgen de Fátima mantiene su peso espiritual y relevancia entre los fieles católicos más de un siglo después de las apariciones en Portugal. Según el Vaticano, estas manifestaciones a tres niños pastores en 1917 siguen siendo un llamado directo a la conversión, la oración y la paz.
Los encuentros tuvieron lugar en Cova da Iria, donde Lucía dos Santos y sus primos Francisco y Jacinta Marto aseguraron haber visto seis veces a la Virgen María. El mensaje central que dejaron fue una invitación a la devoción al Inmaculado Corazón de María, con un énfasis en la penitencia y la unión familiar.
El documento oficial “The Message of Fatima”, emitido por la Congregación para la Doctrina de la Fe, clasifica estas apariciones como uno de los hechos espirituales más importantes del siglo XX. Allí se detallan tres “secretos”: una visión del sufrimiento de las almas, la necesidad de consagrar el mundo al Inmaculado Corazón, y una advertencia sobre peligros espirituales ligados a ese siglo.
Históricamente, el Papa Juan Pablo II vinculó su sobrevivencia al atentado del 13 de mayo de 1981 con la protección que atribuyó a la Virgen de Fátima, reforzando la vigencia del mensaje. El actual pontífice, Francisco, recordó en 2017 que María vino a “recordarnos que la luz de Dios habita dentro de nosotros y nos protege”.
La oración tradicional, difundida por medios católicos como ACI Prensa y parte del grupo EWTN, es un pedido profundo de fe, unidad familiar, conversión y paz mundial. Incluye invocaciones directas a María y la petición de “una fe viva” para acercarse a Jesús y lograr la salvación eterna.
“Madre mía, también os pido por mis padres, hermanos y amigos, para vivir unidos en familia y gozar la vida eterna”
Además, durante la aparición del 13 de julio de 1917, la Virgen enseñó la llamada “oración del decenio”, que se reza al finalizar cada grupo de diez Avemarías: un ruego centrado en el perdón, la liberación del infierno y la misericordia para las almas más necesitadas.
Según la revista católica The Priest, esta plegaria destaca la realidad del infierno y la importancia de la humildad y la oración para la salvación personal y colectiva, temas que siguen siendo centrales en la doctrina católica.
En resumen, el mensaje de Fátima reafirma doctrinas vitales: el castigo eterno, el deseo de Dios por salvar a todos, y la urgencia de orar por la conversión de los pecadores. Esta misión espiritual sigue calando hondo entre millones alrededor del mundo.
