En medio de la nieve y el hielo de Alaska, un avión se estrella cerca de Fairbanks liberando a varios presos violentos, desatando una cacería humana imparable.
Jason Clarke encarna al marshal Frank Remnick, quien se enfrenta casi solo a decenas de convictos que emergen sin cesar entre la nieve. Armado con puños y pistola, esquiva ataques en una batalla coreografiada para dejar sin aliento.
Esta secuencia, filmada en una sola toma continua, es obra del experto en escenas de acción Sam Hargrave, conocido por su trabajo en Marvel. “Fue fácil escribirla, pero muy difícil de rodar”, explica el creador Jon Bokenkamp (The Blacklist), que diseñó los 10 episodios como homenaje a los blockbusters de los 90.
Entre los fugados destaca Havlock, un ex agente de la CIA entrenado para misiones secretas. Su participación en el accidente provocó la fuga, aunque sus verdaderas intenciones permanecen en la sombra. Según Bokenkamp, “es extremadamente inteligente y conectado con su antigua agencia, pero no solo quiere escapar”.
Apple TV+ estrenó esta intensa serie que combina thriller, paisajes helados y acción sin respiro. La atmósfera recuerda a series como The Walking Dead por la aparición constante e implacable de enemigos.
Fairbanks, una pequeña localidad remota, se convierte en el escenario de una cacería implacable que pone en tensión hasta al espectador más curtido. El choque de un avión con presos peligrosos y un marshal incansable crean un relato brutal sobre supervivencia y conspiraciones secretas.
El thriller se posiciona rápido como uno de los lanzamientos notables del año en plataformas de streaming, resaltando la actuación sólida de Clarke y la dirección impecable de Hargrave.
“No es solo una huida, hay algo más detrás”, advierte el showrunner, dejando la puerta abierta a un misterio que promete sostener la serie en episodios futuros.
En resumen, The Last Frontier es un acelerón en la ficción policiaca que aprovecha el duro paisaje del norte estadounidense para ofrecer adrenalina pura, suspenso y personajes complejos.
