Safran lanzó oficialmente en Marruecos la construcción de su primer complejo industrial fuera de Francia dedicado a la aeronautica, poniendo el país en el club exclusivo de ensambladores finales de motores de avión.
El proyecto está ubicado en Nouaceur, cerca de Casablanca, y se divide en dos fases clave. La primera, ya en marcha con apertura prevista para finales de 2027, es una planta de mantenimiento y reparación de motores que podrá atender hasta 150 unidades anuales y generará 600 empleos directos para 2030, según informó el ministro marroquí de Industria y Comercio, Ryad Mezzour.
La segunda etapa contempla una unidad de ensamblaje final del motor de última generación LEAP-1A, utilizado en modelos civiles como el Airbus A320neo. La planta, con una inversión de 120 millones de euros, tendrá capacidad para ensamblar 350 motores al año y estará operativa en 2028.
Ross McInnes, presidente del consejo de Safran, destacó a la AFP que esta será la única planta fuera de Francia ensamblando este tipo de motor, subrayando el valor estratégico para la firma y el país anfitrión.
El ministro Mezzour calculó que la suma de estos proyectos permitirá duplicar las exportaciones aeronáuticas de Marruecos, pasando de 2,36 a 4,72 mil millones de euros, reforzando su posición en la cadena global de valor industrial.
Safran tiene 26 años en Marruecos, donde emplea a más de 4.800 personas en 10 sitios, y produce más de 145.000 ensamblajes aeronáuticos anuales. Este nuevo paso marca un salto importante en la sofisticación tecnológica y en la integración de Marruecos en la industria aeroespacial mundial.
La ceremonia de lanzamiento fue presidida por el rey Mohammed VI el 13 de octubre de 2025, consolidando el apoyo estatal a esta inversión de alto impacto industrial y social.
En total, las inversiones suman 320 millones de euros y el proyecto generará en total cerca de 900 puestos de trabajo directos en el plazo de cinco años.
