España implementará a partir del 1 de enero de 2026 el uso obligatorio de un gyrophare V16 para vehículos nacionales, que reemplazará al tradicional triángulo de seguridad, según confirmó esta semana la Dirección General de Tráfico (DGT).
Este nuevo dispositivo, un pequeño foco luminoso naranja que gira 360° y emite una señal visible a más de un kilómetro, se coloca sobre el techo del vehículo en caso de avería o emergencia. Su ventaja principal es evitar que el conductor tenga que bajarse del coche para instalar señales en la carretera, reduciendo riesgos y la exposición al tráfico. La DGT informó que la falta de esta lámpara podrá conllevar multas de 80 euros a los conductores españoles que no la posean.
Sin embargo, y pese a una información previa confusa, las autoridades aclararon que los vehículos con matrícula extranjera no estarán obligados a llevar el gyrophare V16 mientras circulen por España, siempre y cuando cuenten con el triángulo de advertencia tradicional. Esto beneficia directamente a los turistas y viajeros franceses, que podrán prescindir de comprar este dispositivo que ronda los 50 euros.
El sistema está integrado con la plataforma de geolocalización DGT 3.0 del gobierno español, lo que permite alertar automáticamente a servicios de emergencia y a otros usuarios de la vía en caso de tener el dispositivo activado.
Este cambio representa una apuesta clara por la seguridad vial y la modernización de las normas de señalización en carretera. Aunque sólo obligatorio para vehículos españoles, el ejemplo podría inspirar a otros países europeos a adoptar tecnologías similares en el corto plazo.
En resumen: si viaja a España desde Francia, no tendrá que comprar este gyrophare V16, pero los españoles lo deberán usar sí o sí desde 2026 para evitar sanciones y prevenir accidentes.
