Leicester y Leicestershire vuelven a enfrentarse por el controvertido plan de expansión territorial de la ciudad. El plazo para presentar un nuevo esquema de gobierno local al Gobierno británico vence en noviembre y la tensión crece.
Las autoridades de ambos territorios encargaron un análisis financiero conjunto sobre el impacto económico de ampliar Leicester hacia zonas actualmente bajo administración del condado de Leicestershire. Pero lejos de unificar posturas, el estudio se ha convertido en un foco de polémica.
Dan Harrison, líder en Leicestershire y de Reform UK, aseguró que el modelo económico plantea un escenario insostenible para el condado si cede territorio a la ciudad. “No podríamos sobrevivir. Sería imperdonable desde la perspectiva de Leicestershire”, afirmó. Harrison prometió luchar para detener la expansión y presentó un plan alternativo con un solo gobierno para el condado y Rutland, manteniendo las fronteras actuales.
“No puedo aceptar poner al condado en una posición más débil, sería irresponsable” – Dan Harrison
En contraposición, el alcalde de Leicester, Sir Peter Soulsby, sostiene que el informe refleja justo lo contrario: que ampliar la ciudad favorecerá tanto a Leicester como al condado, equilibrando población y finanzas.
“Los números muestran que una ciudad más grande es beneficiosa para todos y responde a las necesidades de población y vivienda” – Sir Peter Soulsby
El alcalde apunta además presión política dentro del consejo del condado como causa de la negativa de Harrison, y asegura que, en privado, varios líderes de distrito admiten que la única solución viable es ampliar las fronteras de Leicester.
Actualmente, Leicester busca incorporar a su jurisdicción áreas como Glenfield, Oadby, Wigston, Blaby, y otras localidades vecinas para cumplir objetivos financieros y de vivienda. Esto chocaría con la propuesta del condado, que insiste en un gobierno único más amplio pero sin modificar límites.
La reestructuración responde a la orden del Gobierno de eliminar estructuras locales de doble nivel en favor de consejos unitarios que simplifiquen la administración. La discusión en Leicester y Leicestershire expone las dificultades políticas y económicas que genera esta reforma.
Con solo semanas para presentar las propuestas finales, la negociación está en punto muerto y el conflicto podría complicar la remodelación del mapa político local en la región centro de Inglaterra.
